jueves, 1 de octubre de 2009

Política Nacional

El PP a la espera de que Camps tome medidas sobre el caso “Gürtel”.
Madrid.- Después de dos días de presiones más o menos públicas, la dirección nacional del PP comprende que el presidente valenciano, Francisco Camps, no está dispuesto aún a cortar cabezas por el caso de la supuesta financiación ilegal conocido como “Gürtel”.
En Madrid, se dice que Mariano Rajoy y su equipo están convencidos de que antes o después tendrán que rodar las cabezas, pero han dejado a Camps que madure la decisión y la lleve adelante.
En el pulso mantenido durante 48 horas entre Madrid y Valencia, los papeles han quedado perfectamente definidos. Dolores de Cospedal, la secretaria general, ha ejercido de mala de la película, con un choque dialéctico virulento con Camps el lunes, cuando le exigió por teléfono que tomara medidas "contundentes".
Mariano Rajoy, por el contrario, ha ejercido de pacificador, hablando con el presidente valenciano constantemente para intentar aplacar su enfado por la actuación de Cospedal. Pero las fuentes aseguran que Rajoy y Cospedal actuaban de modo coordinado.
De todos modos, Rajoy y Camps se reunieron discretamente durante cinco horas en tierras de Castilla-La Mancha, concretamente en el Parador Nacional de Alarcón (Cuenca). La reunión sirvió para aplacar los ánimos entre Madrid y Valencia. Nadie, a excepción de los dos interlocutores, parece saber en qué quedaron ambos políticos.
En cualquier caso, la crisis ha ahondado la fractura de Camps con Cospedal, que se fraguó con la polémica por el Estatuto de Castilla-La Mancha, que marca el fin del trasvase Tajo-Segura en 2015. Algunos diputados insisten en que a ella aún se la ve mucho más como dirigente territorial de Castilla-La Mancha que como secretaria general, y en ese campo Cospedal no puede vencer a Camps.