¿ELECCIONES ANTICIPADAS?
Por L. M. Anson
Personajes cualificados de la vida política, cultural y periodística han planteado sin tapujos la necesidad de elecciones generales anticipadas. Está claro que es lo convenien
te para el país, ante una crisis enquistada que Zapatero y su Gobierno parecen incapaces de resolver.
Por L. M. Anson
Personajes cualificados de la vida política, cultural y periodística han planteado sin tapujos la necesidad de elecciones generales anticipadas. Está claro que es lo convenien
te para el país, ante una crisis enquistada que Zapatero y su Gobierno parecen incapaces de resolver. Pero una cosa es lo que convendría hacer y otra lo que probablemente va a ocurrir. Salvo una catástrofe imposible en estos momentos de prever, Zapatero apurará la legislatura en espera de encuestas más favorables que las exhibidas ahora por los medios de comunicación.
Convocar y celebrar elecciones durante la presidencia europea no puede entrar en los planes zapaterescos.
Convocar y celebrar elecciones durante la presidencia europea no puede entrar en los planes zapaterescos.
Después, en otoño vienen las elecciones catalanas en las que el PSOE no hará mal papel. Y unos meses después en la primavera del 2011, elecciones autonómicas y municipales. El revés para los socialistas en la prueba puede ser de consideración, si bien lo que decide en ese desafío electoral es la eficacia o ineficacia de alcaldes y presidente autonómicos.
El único adelanto de las generales que se ve posible sería convocar en agosto para octubre del 2011, es decir cinco meses de anticipación. Sin embargo, si en el otoño del año que viene las encuestas zarandean a Zapatero, el presidente circunflejo apurará hasta el límite la convocatoria. Así están las cosas. Frente al voluntarismo político, la realidad es la que es. Y no veo cómo se puede alterar.
(Luis María Anson es periodista, escritor y académico de la RAE)
(Luis María Anson es periodista, escritor y académico de la RAE)
