Por D. Armario
En Afganistán estamos en una misión de paz que ya nos ha costado 90 muertos.
El último que ha fallecido víctima de la explosión de una bomba anticarro ha sido un colombiano de 21 años que s

Hubo una época en la que la mayor parte de los ciudadanos norteamericanos que morían en Vietnam eran negros, y en el conflicto en que está envuelto nuestro país gran parte de los que mueren son latinos: hombres que vinieron a nuestro país para encontrar un trabajo y no lograron otro mejor que el de vestir un uniforme de soldado de paz que va a la guerra.
Antes se decía que los militares morían por Dios y por España, pero yo tengo muy serias dudas de que en la actualidad sea así, entre otras razones porque estos dos conceptos no están puestos en valor en nuestros días, y además porque los uniformados que va a Afganistán cuando mueren lo hacen por un sueldo y por mantener a sus familias. No sabemos en qué Dios creen y me imagino que su patria sigue siendo la que le vio nacer y no la que le contrató para morir en otro lugar.
Mi respeto y admiración por estos hombres y mujeres que visten un uniforme del ejército español, mi cariño hacia esos inmigrantes que sirven en nuestras fuerzas armadas, y mi deseo de que pronto se acabe esa guerra que nuestro gobierno se empeña en calificar de misión de paz, porque allí no se encuentra más paz que la de los cementerios.
(D. Armario es escritor y periodista)