Por Diego Armario
En el caso de que el Presidente del gobierno y el Jefe de la oposición hiciesen buenos propósitos al comienzo de este año, yo me sentiría feliz con que fundamentalmente cu
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El año 2009 ha sido un año perdido y, si España fuese una empresa, los primeros que habrían ido al paro sin indemnización por despido habrían sido unos cuantos de nuestros políticos del gobierno central y de las autonomías, porque el espectáculo dado por algunos gobiernos periféricos es también de aurora boreal.
Casi mejor olvidar los hitos alcanzados en corrupción, incompetencia, insolidaridad y pérdida de tiempo empleado en temas que sólo interesan a quienes viajan en coche o en avión oficial.Pero como lo último que hay que perder es la esperanza ojalá que durante este semestre de Presidencia española de la Unión Europea, se ponga en marcha una estrategia común para modernizar la economía, y como ha dicho Zapatero su prioridad sea la política económica, la superación de la crisis y el progreso en la creación de un auténtico gobierno económico de la UE, especialmente en la eurozona.
Esta declaración hecha al comienzo de año es lo menos que se podía esperar de quien va a copresidir el gobierno de la Unión durante estos meses, pero como no bastan las palabras, especialmente las de ZP cuyo nivel de credibilidad se ha ido devaluando cada día más, habrá que confiar en el sentido común que aún le quede para que aproveche el tiempo en resolver problemas en vez de crearlos artificialmente.
(D. Armario es escritor, periodista y ex director de RNE)