Garzón manda a prisión a Otegui y otros cuatro proetarras
Madrid.- El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha decretado hoy prisión incondicional para el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegui y otros cuatro dirigentes de la izquierda proetarra, entre ellos el ex secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga, acusándoles de intentar reconstruir la dirección de Batasuna. 
De los diez detenidos el pasado martes en País Vasco y Navarra, Garzón ha dejado en libertad al histórico dirigente de Batasuna, Rufi Etxebarria, porque se encontraba en prisión mientras se tramaba este nuevo diseño político.
Entre los hechos de los que Garzón acusa a Otegui figura "conseguir treguas encubiertas para Euskal Herria de acciones de ETA, en cumplimiento de las directivas de ésta" y "facilitar los contactos y aproximaciones con formaciones o agentes políticos y sociales soberanistas o independentistas que se muestren contrarios a la violencia y que exijan su cese como requisito para continuar".
Además de Otegui y de Díez Usabiaga, Garzón ha enviado a la cárcel a la ex tesorera del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) Sonia Jacinto; Miren Zabaleta, hija del coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, candidata de ASB en 2007 y promotora de una página web (Gaztesarea.net) vinculada a Segi; y Arkaitz Rodríguez Torres, ex responsable de Haika en Álava.
El magistrado ha impuesto una fianza de 10.000 euros a José Luis Moreno Sagües, que fue miembro de la Mesa Nacional y concejal en Burlada (Navarra); Amaia Esnal, a la que se relaciona con la ilegalizada Askatasuna, y José Manuel Serra.
La única arrestada no acusada de intentar reconstruir la dirección de Batasuana, Ainara Oiz, ha quedado en libertad sin fianza. Oiz fue detenida en el portal de la vivienda de Miren Zabaleta cuando portaba documentos y efectos extraídos de la vivienda de ésta para evitar que fueran intervenidos.
Otegui, Etxebarria, Díaz Usabiaga, Jacinto y Rodríguez fueron arrestados en la sede del sindicato LAB en San Sebastián, donde según la acusación se habrían reunido los dirigentes proetarras en varias ocasiones durante las últimas semanas; mientras que a Esnal y Serra los detuvieron en Hernani (Guipúzcoa) y a Zabaleta y Moreno en Pamplona.
Los arrestados habrían formado un grupo llamado Bateragune, que en euskera significa punto de encuentro y que sería el germen de una futura Mesa Nacional, que al parecer tenía como primer objetivo el regreso de Batasuna a las instituciones políticas del País Vasco, según el Ministerio del Interior.

De los diez detenidos el pasado martes en País Vasco y Navarra, Garzón ha dejado en libertad al histórico dirigente de Batasuna, Rufi Etxebarria, porque se encontraba en prisión mientras se tramaba este nuevo diseño político.
Entre los hechos de los que Garzón acusa a Otegui figura "conseguir treguas encubiertas para Euskal Herria de acciones de ETA, en cumplimiento de las directivas de ésta" y "facilitar los contactos y aproximaciones con formaciones o agentes políticos y sociales soberanistas o independentistas que se muestren contrarios a la violencia y que exijan su cese como requisito para continuar".
Además de Otegui y de Díez Usabiaga, Garzón ha enviado a la cárcel a la ex tesorera del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) Sonia Jacinto; Miren Zabaleta, hija del coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, candidata de ASB en 2007 y promotora de una página web (Gaztesarea.net) vinculada a Segi; y Arkaitz Rodríguez Torres, ex responsable de Haika en Álava.
El magistrado ha impuesto una fianza de 10.000 euros a José Luis Moreno Sagües, que fue miembro de la Mesa Nacional y concejal en Burlada (Navarra); Amaia Esnal, a la que se relaciona con la ilegalizada Askatasuna, y José Manuel Serra.
La única arrestada no acusada de intentar reconstruir la dirección de Batasuana, Ainara Oiz, ha quedado en libertad sin fianza. Oiz fue detenida en el portal de la vivienda de Miren Zabaleta cuando portaba documentos y efectos extraídos de la vivienda de ésta para evitar que fueran intervenidos.
Otegui, Etxebarria, Díaz Usabiaga, Jacinto y Rodríguez fueron arrestados en la sede del sindicato LAB en San Sebastián, donde según la acusación se habrían reunido los dirigentes proetarras en varias ocasiones durante las últimas semanas; mientras que a Esnal y Serra los detuvieron en Hernani (Guipúzcoa) y a Zabaleta y Moreno en Pamplona.
Los arrestados habrían formado un grupo llamado Bateragune, que en euskera significa punto de encuentro y que sería el germen de una futura Mesa Nacional, que al parecer tenía como primer objetivo el regreso de Batasuna a las instituciones políticas del País Vasco, según el Ministerio del Interior.