viernes, 14 de agosto de 2009

Historia de Escalona - Reportaje

San Roque, un santo peregrino y sanador
Por J. Frisuelos
Escalona.- San Roque, el patrón de Escalona y de muchísimos lugares más en España y Europa, es uno de los santos peregrinos por excelencia. Generalmente se le representa luciendo en la esclavina las conchas de los peregrinos medievales, apoyado en una vara o bordón y se le considera protector de los propios peregrinos en numerosos países europeos.
Es sin lugar a dudas el santo que cuenta con mayor número de lugares de culto en todo el mundo. Además de protector de los peregrinos, es patrón de los apestados, de los contagiados en general, de los farmacéuticos y hasta de quienes lavan los pies de sus semejantes.
San Roque de la Cruz, que es su nombre oficial, nació en Montpellier, en el sur de Francia, en un año no precisado entre 1348 y 1350 (seguramente 1349) y su muerte se sitúa en Voghera (Italia), en la noche del 15 al 16 de agosto de 1376 o 1379 (se cree que en ese último aó). Parece ser que fue hijo de unos hacendados –algunos hablan de que su padre fue gobernador-, que murieron cuando él era joven.
Peregrinó a Roma y después, impresionado por los efectos de la peste, recorrió Italia curando y atendiendo a los infectados. La tradición sostiene, igualmente, que su labor de asistencia a quienes precisaban de sus atenciones se desarrolló fundamentalmente cerca de la Vía Francígena, el más famoso camino de peregrinación medieval que llevaba a Roma desde Canterbury, en Inglaterra, hoy en día recuperado y declarado por la UNESCO itinerario europeo, como el Camino de Santiago.
En aquel tiempo de peregrinaciones, cuando surgió el dicho de “todos los caminos llevan a Roma”, miles de personas iban hasta la Ciudad Eterna y otros lugares de culto en busca de la redención de sus pecados o de curación para los males.
Desde entonces, a quienes peregrinan a Roma se les denomina romeros, a los que lo hacen a Jerusalén para postrarse ante la cuna de Belén o el Santo Sepulcro, palmeros (porque llevaban palmas) y a los que acudían al sepulcro de Santiago, en Compostela, peregrinos. Éstos llevaban conchas en su vestimenta, como el San Roque de las imágenes que conocemos.
Se le atribuyen muchas curaciones milagrosas gracias a la oración en diferentes ciudades italianas hasta que el mismo se contagió en Piacenza y fue expulsado de la ciudad a un bosque. Quiere la tradición que hasta ese lugar acudían a diario un perro a llevarle pedazos de pan y a lamer sus yagas para curarlas. Por eso se le suele representar con un perro a su lado que lleva en la boca una loncha de pan. Y de ahí también la tradición escalonera del “chusco de San Roque”.
El dueño de ese perro, el duque Gottardo Palastrelli, siguió al animal un día y al descubrir lo que sucedía se convirtió en acólito de San Roque. En su camino de regreso a su Montpellier natal, el futuro santo fue arrestado en Voghera por sospechas de que se tratase de un espía y encarcelado durante cinco años hasta su muerte en prisión.
Su devoción comenzó a extenderse en el siglo XV y desde Venecia –donde tiene dedicada una de las principales plazas- se extendió al mundo germánico y a los Países Bajos. Y luego por todo el Mediterráneo.
En 1477, con motivo de una nueva epidemia de peste se fundó en Venecia (donde se custodian sus restos en una iglesia homónima) una cofradía que bajo su honor se dedicó al hospedaje de enfermos de peste y que fue conocida como Confraternità o Scuole di San Rocco. Además esa agrupación fomentó la devoción al santo construyendo capillas y más centros de acogida por toda Italia.
En París una de las iglesias más conocidas y dedicadas a este santo está muy cerca del museo del Louvre (antiguo palacio real), donde la mandó levantar Luis XIV en 1563.
En Escalona, probablemente, la devoción a San Roque debió surgir durante alguna de las epidemias de peste. Su santoral es el 16 de agosto y al ser considerado protector de la peste y las epidemias, su intervención era solicitada por los habitantes de muchos pueblos y, ante la desaparición de las mismas reconocían la intervención del Santo, por lo que se le nombraba Santo patrón de la localidad.