
domingo, 13 de junio de 2010
Crónica política
El último conejo de la chistera del prestidigitador Zapatero: ley de libertad religiosa
Por M. González
Madrid.- No parece tener un remedio eficaz para sacar a España de la crisis sin someter a todo tipo de vejaciones a las clases más desfavorecidas, pero José Luis Rodríguez Zapatero sigue jugando a ser un prestidigitador que saca un conejo de su chistera cada vez que tiene que desviar la atención de los problemas mayúsculos que no resuelve.
En esta ocasión, cuando más dura parece la crisis y menos se atisban en el horizonte las soluciones
, ha echado mano de un nuevo truco para despistar: la ley de libertad religiosa.
Como escribe hoy mismo El País, los funerales de Estado en 2004 por las víctimas del 11-M no podrán volver a repetirse si sale adelante ese proyecto del zapaterismo. Aquella ceremonia fue exclusivamente católica -la ofició en la catedral madrileña de La Almudena el arzobispo, Antonio María Rouco-, a pesar de que entre los 191 muertos había un buen puñado de musulmanes y de cristianos ortodoxos.
El borrador del texto que maneja el Ejecutivo establece que el Estado organizará exclusivamente funerales civiles y solo se podrá desarrollar una ceremonia religiosa si las familias de los fallecidos lo solicitan. Y si entre los militares españoles caídos hubiera católicos y musulmanes, tendrían que celebrarse dos ceremonias sucesivas o una sola multiconfesional.
"Los actos y celebraciones oficiales organizados por los poderes públicos se llevarán a cabo de forma que no integren ceremonias de carácter religioso", dice el borrador de la ley orgánica de Libertad de Conciencia y Religiosa, norma que, según se ha sabido tras la visita de Zapatero al Papa, el Gobierno no pondrá en marcha hasta después del verano. Se refiere, en primer lugar, a los funerales, pero también a cualquier otro acto estatal.
El texto habla, por primera vez, de la "laicidad del Estado" -es el título de un capítulo y de un artículo-. En los artículos que desarrollan esta laicidad, sin embargo, no se afirma que España será un Estado laico, sino que se hablan de "neutralidad de los poderes públicos ante la religión o las creencias" y de la obligación del Estado de evitar "toda confusión entre funciones estatales y actividades religiosas".
La nueva ley servirá también para determinar el alcance de los derechos de libertad religiosa y de conciencia y para que se tenga más en cuenta la nueva realidad confesional de España en la que, en parte a causa de la inmigración, han crecido otras religiones; especialmente, el número de musulmanes (1,4 millones), protestantes (rebasan el millón) y cristianos ortodoxos (600.000).
Las consecuencias concretas de la laicidad están fijadas en cuatro artículos. Aparte de regular los actos oficiales, el texto prohíbe los símbolos religiosos en determinados lugares: "En los establecimientos públicos no se exhibirán símbolos religiosos, salvo aquellos con valor histórico-artístico, arquitectónico y cultural protegidos por las leyes". Es decir, no podrá haber crucifijos en colegios ni hospitales públicos, ni tampoco en ayuntamientos o ministerios.
Hay una excepción a esta regla en el texto. Pese a estar financiados con dinero público, los colegios concertados o los centros médicos privados con convenio con la Seguridad Social sí podrán exhibir simbología acorde con su credo. El Ministerio de Justicia estima, de todas formas, que un 80% de los símbolos carentes de valor artístico han sido ya suprimidos de los edificios públicos.
Las autoridades tendrán sus propias limitaciones. Si acuden a "actos estrictamente religiosos", deberán hacerlo "de manera que no suponga una quiebra de los principios de neutralidad y no discriminación". Es decir, que no solo deberán atender las invitaciones de la Ig
lesia católica y participar, por ejemplo, en procesiones, sino que también deberán acudir a actos de las demás confesiones como ya sucede, por ejemplo, en Ceuta con la Musala (rezo colectivo con el que finaliza el Ramadán), al que asisten el alcalde y el delegado del Gobierno. La mitad de la población de la ciudad es musulmana.
La presencia de funcionarios en actos religiosos está regulada de forma distinta a la de las autoridades. El texto establece que será siempre "voluntaria". El nuevo reglamento de honores militares se ha anticipado, en cierta medida, a la futura ley. Aprobado el 19 de mayo, estipula también que cuando Defensa autorice a escoltas o piquetes a asistir a celebraciones religiosas, la participación de los militares "tendrá carácter voluntario" y no tendrán que rendir honores al Santísimo, a la Virgen ni a los santos patronos.
Esta participación de los funcionarios, incluso si es voluntaria, podría chocar con la "neutralidad" de los poderes públicos y la obligación de evitar "toda confusión entre funciones estatales y actividades religiosas" que consagra la ley.
Los redactores del proyecto no han decidido aún si se regularán o no en la ley los símbolos religiosos individuales que llevan, en espacios públicos, ciudadanos que no representan al Estado; prendas como el hiyab (pañuelo islámico).
Uno de los contenidos de la libertad de conciencia es el derecho a "vivir y comportarse de acuerdo con las propias convicciones y creencias", que conlleva el de "expresar" la religión propia. Los únicos límites que recoge el texto son el orden público y los derechos de los demás.
El Gobierno propone también equipar prácticamente a las cuatro religiones que gozan en España de "notorio arraigo" -mormones, testigos de Jehová, budistas y ortodoxos- con las tres que en 1992 firmaron acuerdos con el Estado: musulmanes, protestantes y judíos. La Iglesia católica goza de una situación mejor gracias a los acuerdos de 1979, y continuará manteniendo estos privilegios. Seguirá siendo, por ejemplo, la única confesión a la que los contribuyentes podrán dedicar el 0,7% de su IRPF.
El borrador del proyecto de ley establece las condiciones (años de inscripción, número mínimo de lugares de culto, etcétera) para que otras religiones obtengan el estatus de "notorio arraigo" y la consiguiente capacidad de interlocución con el Estado, así como las ventajas fiscales que conlleva. Hasta ahora era la Comisión Asesora de Libertad Religiosa la que lo decidía, y sin criterios muy definidos. El hinduismo podría ser el primer candidato a conseguir esta condición con la nueva ley, que reconoce nuevos derechos para estas confesiones.
Esquerra Republicana de Catalunya es la formación que parece tener más prisa para que salga adelante la ley. Su portavoz adjunto, Joan Tardà, presentó una moción en el Congreso que los socialistas enmendaron y aprobaron el 18 de mayo con el voto en contra de PP y UPN y la abstención de CiU y PNV. En ella se insta al Gobierno a someter el anteproyecto de la ley a una primera lectura antes del 30 de junio.
El PP se ha opuesto de antemano a la nueva ley por dos razones. La primera es de oportunidad. "No es el momento por necesidad social, prioridad ni por reconocer un nuevo derecho", declaró el diputado Santiago Cervera en el Congreso. Además, se lamentó, la ley "intervendrá aspectos no sustantivos, pero sí simbólicos" equiparables a "tradiciones y convenciones" de España.
La Iglesia católica tampoco está de acuerdo. El Papa Benedicto XVI trasladó el jueves en El Vaticano al presidente José Luís Rodríguez Zapatero sus reticencias ante la iniciativa legislativa en gestación.
En esta ocasión, cuando más dura parece la crisis y menos se atisban en el horizonte las soluciones

Como escribe hoy mismo El País, los funerales de Estado en 2004 por las víctimas del 11-M no podrán volver a repetirse si sale adelante ese proyecto del zapaterismo. Aquella ceremonia fue exclusivamente católica -la ofició en la catedral madrileña de La Almudena el arzobispo, Antonio María Rouco-, a pesar de que entre los 191 muertos había un buen puñado de musulmanes y de cristianos ortodoxos.
El borrador del texto que maneja el Ejecutivo establece que el Estado organizará exclusivamente funerales civiles y solo se podrá desarrollar una ceremonia religiosa si las familias de los fallecidos lo solicitan. Y si entre los militares españoles caídos hubiera católicos y musulmanes, tendrían que celebrarse dos ceremonias sucesivas o una sola multiconfesional.
"Los actos y celebraciones oficiales organizados por los poderes públicos se llevarán a cabo de forma que no integren ceremonias de carácter religioso", dice el borrador de la ley orgánica de Libertad de Conciencia y Religiosa, norma que, según se ha sabido tras la visita de Zapatero al Papa, el Gobierno no pondrá en marcha hasta después del verano. Se refiere, en primer lugar, a los funerales, pero también a cualquier otro acto estatal.
El texto habla, por primera vez, de la "laicidad del Estado" -es el título de un capítulo y de un artículo-. En los artículos que desarrollan esta laicidad, sin embargo, no se afirma que España será un Estado laico, sino que se hablan de "neutralidad de los poderes públicos ante la religión o las creencias" y de la obligación del Estado de evitar "toda confusión entre funciones estatales y actividades religiosas".
La nueva ley servirá también para determinar el alcance de los derechos de libertad religiosa y de conciencia y para que se tenga más en cuenta la nueva realidad confesional de España en la que, en parte a causa de la inmigración, han crecido otras religiones; especialmente, el número de musulmanes (1,4 millones), protestantes (rebasan el millón) y cristianos ortodoxos (600.000).
Las consecuencias concretas de la laicidad están fijadas en cuatro artículos. Aparte de regular los actos oficiales, el texto prohíbe los símbolos religiosos en determinados lugares: "En los establecimientos públicos no se exhibirán símbolos religiosos, salvo aquellos con valor histórico-artístico, arquitectónico y cultural protegidos por las leyes". Es decir, no podrá haber crucifijos en colegios ni hospitales públicos, ni tampoco en ayuntamientos o ministerios.
Hay una excepción a esta regla en el texto. Pese a estar financiados con dinero público, los colegios concertados o los centros médicos privados con convenio con la Seguridad Social sí podrán exhibir simbología acorde con su credo. El Ministerio de Justicia estima, de todas formas, que un 80% de los símbolos carentes de valor artístico han sido ya suprimidos de los edificios públicos.
Las autoridades tendrán sus propias limitaciones. Si acuden a "actos estrictamente religiosos", deberán hacerlo "de manera que no suponga una quiebra de los principios de neutralidad y no discriminación". Es decir, que no solo deberán atender las invitaciones de la Ig

La presencia de funcionarios en actos religiosos está regulada de forma distinta a la de las autoridades. El texto establece que será siempre "voluntaria". El nuevo reglamento de honores militares se ha anticipado, en cierta medida, a la futura ley. Aprobado el 19 de mayo, estipula también que cuando Defensa autorice a escoltas o piquetes a asistir a celebraciones religiosas, la participación de los militares "tendrá carácter voluntario" y no tendrán que rendir honores al Santísimo, a la Virgen ni a los santos patronos.
Esta participación de los funcionarios, incluso si es voluntaria, podría chocar con la "neutralidad" de los poderes públicos y la obligación de evitar "toda confusión entre funciones estatales y actividades religiosas" que consagra la ley.
Los redactores del proyecto no han decidido aún si se regularán o no en la ley los símbolos religiosos individuales que llevan, en espacios públicos, ciudadanos que no representan al Estado; prendas como el hiyab (pañuelo islámico).
Uno de los contenidos de la libertad de conciencia es el derecho a "vivir y comportarse de acuerdo con las propias convicciones y creencias", que conlleva el de "expresar" la religión propia. Los únicos límites que recoge el texto son el orden público y los derechos de los demás.
El Gobierno propone también equipar prácticamente a las cuatro religiones que gozan en España de "notorio arraigo" -mormones, testigos de Jehová, budistas y ortodoxos- con las tres que en 1992 firmaron acuerdos con el Estado: musulmanes, protestantes y judíos. La Iglesia católica goza de una situación mejor gracias a los acuerdos de 1979, y continuará manteniendo estos privilegios. Seguirá siendo, por ejemplo, la única confesión a la que los contribuyentes podrán dedicar el 0,7% de su IRPF.
El borrador del proyecto de ley establece las condiciones (años de inscripción, número mínimo de lugares de culto, etcétera) para que otras religiones obtengan el estatus de "notorio arraigo" y la consiguiente capacidad de interlocución con el Estado, así como las ventajas fiscales que conlleva. Hasta ahora era la Comisión Asesora de Libertad Religiosa la que lo decidía, y sin criterios muy definidos. El hinduismo podría ser el primer candidato a conseguir esta condición con la nueva ley, que reconoce nuevos derechos para estas confesiones.
Esquerra Republicana de Catalunya es la formación que parece tener más prisa para que salga adelante la ley. Su portavoz adjunto, Joan Tardà, presentó una moción en el Congreso que los socialistas enmendaron y aprobaron el 18 de mayo con el voto en contra de PP y UPN y la abstención de CiU y PNV. En ella se insta al Gobierno a someter el anteproyecto de la ley a una primera lectura antes del 30 de junio.
El PP se ha opuesto de antemano a la nueva ley por dos razones. La primera es de oportunidad. "No es el momento por necesidad social, prioridad ni por reconocer un nuevo derecho", declaró el diputado Santiago Cervera en el Congreso. Además, se lamentó, la ley "intervendrá aspectos no sustantivos, pero sí simbólicos" equiparables a "tradiciones y convenciones" de España.
La Iglesia católica tampoco está de acuerdo. El Papa Benedicto XVI trasladó el jueves en El Vaticano al presidente José Luís Rodríguez Zapatero sus reticencias ante la iniciativa legislativa en gestación.
Con pluma ajena
Retrato de un país en crisis
Por Phil Bennet
Tras recorrer España en las últimas semanas, el periodista estadounidense Phil Bennett ofrece su retrato de la crisis. El relato incluye entrevistas a Salgado, Rajoy y Rato, pero también a empresarios, trabajadores y parados. Esta es la visión de España del ex director adjunto de 'The Washington Post'
La crisis económica de España no tiene una zona cero. El visitante tiene la impresión de que todos en el país parecen narrar una parte distinta de un drama nacional, una poderosa mezcla de dificultades y obsesiones universales. Pero si hubiera que empezar la historia en un lug
ar en el que los orígenes y las consecuencias del desastre estén más claros, una buena opción es el pueblo de Villacañas.
Hasta hace unos años, el rasgo más característico de Villacañas eran sus silos. Generaciones de agricultores pobres vivían en unos búnkeres subterráneos, en muchos casos excavados con herramientas de mano en el suelo calcáreo de La Mancha. Los silos eran baratos y ofrecían calor en invierno y fresco en verano. En los años cincuenta del siglo pasado seguía habiendo centenares en uso, pero hoy existen pocos visibles. El motivo es que, de la noche a la mañana, Villacañas se enriqueció de manera asombrosa. La gente se compró pisos en Madrid, casas en la playa, y construyó nuevas viviendas sobre las cuevas de sus antepasados.
La opulencia llegó a través de una industria cuya audacia y simplicidad estaba a la altura de los silos: Villacañas fabrica puertas. No unas cuantas, sino 11 millones de puertas en 2006, más del 60% del mercado nacional en pleno apogeo de la construcción. Las ventas aportaban a este pueblo de 10.000 habitantes ingresos de más de 600 millones de euros al año. El sector proporcionaba 5.000 puestos de trabajo bien remunerados, daba empleo a familias enteras en turnos que cubrían los siete días de la semana e hizo que chicos de 16 años abandonaran el colegio, deseosos de poder comprarse un Audi nuevo para cruzar a toda velocidad el primer y único semáforo de Villacañas.
Como es natural, la crisis amenaza con dejar todo esto en chatarra. En una mañana reciente de domingo, Raimundo García caminaba por la nave silenciosa de la fábrica de Puertas Visel, de la que es director general. Hijo de un carnicero local, estudió Económicas en la Universidad de Chicago y luego regresó para convertir Visel en una empresa de enormes beneficios. En 2007, la empresa fabricó casi un millón de puertas y tenía 830 empleados. Hoy, la fábrica cuenta con 320 trabajadores y sólo funciona cuatro días a la semana. Como casi la mitad de las 10 empresas de puertas que sobreviven en la región, está en suspensión de pagos y corre peligro de desaparecer. "Mi gran pena es que no nos reorganizáramos antes de la crisis", dice García. "Ahora podríamos tirar todo esto a la basura".
Villacañas quizá tenga que soportar ya siempre la etiqueta de Ícaro -voló demasiado alto, sus alas se fundieron y cayó-, si no fuera porque lo que sucede aquí hoy parece tan significativo como su edad de oro. Como en otros lugares de España, los habitantes de Villacañas se hacen preguntas fundamentales sobre su comunidad y su país, a menudo con angustia, ira y frustración: ¿qué nos ha pasado?, ¿quién tiene la culpa?, ¿qué va a ocurrir ahora?, ¿cómo va a ser nuestro futuro y cuánto podemos controlar?
Llegué a España a finales de mayo, procedente de EE.UU., con preguntas similares. En Estados Unidos, la crisis económica ha suscitado un debate sobre el papel del Estado, sobre la justicia y la responsabilidad, sobre los valores sociales y la identidad. ¿En qué está cambiando España por culpa de la crisis económica más compleja desde su transición a la democracia? ¿Por qué un 20% de desempleo no ha desencadenado un conflicto social? ¿Cómo están preparando los líderes del país la salida?
Sea justo o no, los mercados mundiales y los medios de comunicación tienden a dividir el mundo en dos categorías: los países que tienen problemas y los que son problemas. Y hoy consideran que España es un problema. Una consecuencia de ello es que los titulares nacionales desatan temblores por todo el sistema, como ocurre casi a diario desde principios de mayo. Otra, quizá más útil, es que empuja a ver cada parte concreta de la crisis como un elemento relacionado con los demás.
En un análisis publicado al día siguiente de mi llegada, uno de esos titulares que sacuden el sistema: el Fondo Monetario Internacional lo hacía con este breve párrafo: "La economía de España necesita reformas exhaustivas y de largo alcance. Los retos son graves: un mercado de trabajo disfuncional, el estallido de la burbuja inmobiliaria, un gran déficit fiscal, un sector privado y una deuda externa que pesan mucho, un crecimiento de la productividad anémico, una competitividad débil y un sector bancario con bolsas de debilidad". El país necesita una "estrategia integral", decía, y "hay que hacerlo cuanto antes".
No he hablado con una sola persona, dentro o fuera del Gobierno, que esté fundamentalmente en desacuerdo con este análisis. Es un caso poco frecuente de consenso. En casi todo lo demás, España ofrece la imagen de unos responsables políticos profundamente divididos. Existe la obsesión de restaurar la confianza de los extranjeros en el país. Pero impresiona todavía más la falta de confianza de los propios españoles en sus dirigentes y sus instituciones.
Es lo que sucede en Villacañas. El joven alcalde del pueblo, Santiago García Aranda, me recibió en su despacho, que da a la modesta plaza de España, con ocho sucursales de bancos herencia de la época de apogeo y filas de parados cada mañana ante la oficina de empleo. García Aranda, del PSOE, observa el debate político actual con abierto desprecio.
"La intensidad de la crisis que estamos viviendo no es de hoy. La estamos viviendo de forma brutal desde 2008. Este pueblo habla de la crisis desde 2008. El país, no", dice. "Todos, incluyendo la prensa, están obsesionados con las elecciones y no con el futuro del país. No es sólo Zapatero quien no está comunicando bien. Las universidades, los medios de comunicación, también nos han fallado".
Los costes humanos de la crisis ya son graves, dice. Durante el boom, Villacañas tenía una de las mayores tasas de abandono escolar del país. "Hay en Villacañas personas de 40 años que habían trabajado desde los 16", explica García Aranda. "Y ahora ya no trabajan y carecen por completo de las cualificaciones profesionales y humanas y de los instrumentos de adaptación para salir adelante".
El alcalde, cuya madre tenía un puesto de periódicos en el pueblo, y que trabajó a tiempo parcial en el sector de las puertas cuando era estudiante, dice que también se daba el fenómeno opuesto: por primera vez, muchos padres de Villacañas habían podido enviar a sus hijos a estudiar, como él, a obtener títulos universitarios. Y me contó esta historia:
"Hace dos semanas tuve a un padre exactamente donde tú estás sentado. Su esposa y él están en paro. Sus dos hijos están estudiando en la universidad: la hija, ciencias veterinarias, y el hijo, aeronáutica. Y el padre tenía que decidir a cuál de sus dos hijos le debe permitir continuar sus estudios. Y se decidió por su hija porque le faltaba solo su último año. Así que sacó a su hijo". Al alcalde se le empañaban los ojos. "Ojalá pudiera poner a los que toman las decisiones en el pellejo de ese padre", dijo.
Durante el periodo de prosperidad -parte de una transformación general que el embajador de España en Estados Unidos llamó hace poco "los mejores años de nuestra historia colectiva de los últimos cinco siglos"-, lo extraordinario se convirtió en corriente. Como consecuencia, hoy es normal oír a la gente sorprenderse e indignarse por la crisis económica actual, algo que ha sucedido muchas veces en muchos países, y, en cambio, calificar el asombroso ciclo de cambios anterior como completamente normal.
Economistas de todo el espectro político dicen que los dos periodos están unidos. La historia se resume así: más de 10 años de préstamos baratos de Europa ayudaron a alimentar un fantástico aumento del gasto y las inversiones. España construyó un ferrocarril y unas carreteras de primera categoría y llevó a cabo proyectos turísticos. Construyó más viviendas nuevas que Alemania, Francia e Italia juntas... y vio cómo se duplicaban los precios de las casas. El gasto de consumo se incrementó dos veces más que la media europea durante esa década, y los salarios subieron un 30%. Cinco millones de inmigrantes nuevos se incorporaron al mercado laboral. En una especie de maquinaria en movimiento perpetuo, se necesitaba a los inmigrantes para que construyeran casas para sí mismos.
"Cuando la economía va bien, España crea más empleo que ningún otro país", dice Joaquín Arango, director del programa de Migraciones Internacionales y Ciudadanía en el Instituto Universitario Ortega y Gasset. "Cuando la economía va mal, España destruye más empleo que ningún otro".
A finales de 2009, la deuda exterior total de España era de 1,735 billones de euros, equivalente al 170% del PIB. La banca privada, que evitó los peores excesos de la crisis financiera de 2008, posee en la actualidad aproximadamente la mitad de las viviendas vacías españolas. El Gobierno, mientras tanto, aumentó el gasto público un 7,7% anual a partir de 2005. Esto, unido al descenso de los ingresos, convirtió el superávit presupuestario de 2007 en un déficit del 11%. Más de cuatro millones de trabajadores perdieron su empleo; la tasa de paro española, del 20%, es más del doble de la tasa media en Europa. Las prestaciones de desempleo, las más generosas de Europa, cuestan al Estado otros 32.000 millones de euros al año.
Cuando estalló la crisis crediticia griega en abril, las preocupantes cifras de España se volvieron tan imposibles de ocultar como los bosques petrificados de grúas que vigilan las entradas a tantas ciudades.
Los economistas en España suelen destacar los factores internos para describir la anatomía de la crisis y justificar los cambios estructurales que dicen que son necesarios. "La hora de la verdad llegará cuando nos demos cuenta de que las principales causas de la crisis son internas", dice César Molinas, director de la consultora Multa Paucis, que ha ocupado varios cargos económicos en el Gobierno español.
Las autoridades y otros políticos, por el contrario, tienden a prestar más atención a las raíces internacionales. Para el Gobierno de Zapatero, esa respuesta parece ser casi un reflejo. Cuando le pregunté a Elena Salgado, la animosa y elegante vicepresidenta económica, sobre los obstáculos al crecimiento de la economía, lo primero que dijo fue: "A nosotros nos está penalizando el desconocimiento internacional de dos cuestiones importantes...", y emprendió una explicación del estado constitucional de las comunidades autónomas y la solidez de las cajas de ahorro. Al final acabó diciendo que, cuando se completen la reestructuración de las cajas y la reforma del mercado laboral, "habremos puesto las bases para recuperar nuestro crecimiento potencial, que en España es alto".
La decisión entre buscar las claves de la recuperación económica dentro o buscarlas fuera puede reflejar las diferencias sobre la urgencia y la dimensión de las reformas estructurales necesarias para conseguirlo. En cualquiera de los dos casos, muchos economistas se han vuelto pesimistas sobre las perspectivas de crecimiento. Después de contraerse un 3,9% en 2009, la economía española será la única del G-20 que no va a crecer en 2010. El Gobierno ha reducido sus proyecciones de crecimiento para 2011 al 1,8%; la agencia de calificaciones Fitch las sitúa a un nivel aún más bajo. Molinas y otros creen que la recuperación será en "L", más parecida a la de Japón en los últimos 20 años que a la de Estados Unidos.
"El mayor riesgo es que en 2013-2015 la renta per cápita vuelva a ser la que era hace 10 años", dice Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales. "Va a ser una economía más delgada con peligro de anorexia".
Fernando Ballabriga, director del departamento de economía en la Escuela de Negocios ESADE, también ve un "horizonte de estancamiento". "Lo que es más preocupante no es la crisis inmediata, sino el estancamiento a largo plazo", asegura. "Es muy importante que la solución sea un paquete. Yo estoy convencido de que hay que hacer todo a la vez. Que la política esté o no preparada para eso, es la gran pregunta".
"Todo a la vez" significa llevar a cabo reformas estructurales, además de medidas de austeridad. Incluye una reforma laboral que cree flexibilidad salarial y más igualdad para el 30% de trabajadores con contratos temporales; la reforma de las cajas de ahorros, que albergan el 50% de los depósitos, consolidar su número y proporcionar los medios para la recapitalización; crear una financiación pública sostenible; ocuparse de una población mayor cada vez más numerosa; impulsar la productividad, que se redujo bruscamente durante los últimos 10 años.
Rodrigo Rato, ex ministro de Economía y ex director del FMI, que este año ha sido nombrado presidente de Caja Madrid, me dijo que "lo que tiene que hacer España es tomar decisiones sobre su política tanto macroeconómica como microeconómica, y explicarlas a la gente. Esas decisiones son difíciles. Lo importante es que las decisiones no sólo resuelvan nuestros problemas inmediatos, sino que introduzcan correcciones en la forma de abordar nuestros problemas a largo plazo".
Rato confía en que la reforma de las cajas va a seguir adelante. "Estoy seguro de que de aquí a dos o tres años tendremos menos cajas en activo, mayores y más capitalizadas".
Pero ninguna medida es por sí sola una contraseña mágica para salir de la crisis. La reforma del mercado laboral, por ejemplo, no es un medio para crear nuevos puestos de trabajo. Y algunos de los mecanismos que los Gobiernos utilizaban en el pasado para restablecer la competitividad -como las seis devaluaciones de la peseta entre 1977 y 1997- desaparecieron con la creación de la eurozona, lo cual supone una presión añadida para la unión monetaria y España.
Javier Vallés, principal asesor económico de Zapatero, dice que en estas circunstancias no existen buenos modelos que España pueda imitar. "Entre los economistas suelen hacer papers con economías de laboratorio", explica. "España es un ejemplo real de una economía que va a ser estudiada en los próximos cinco años. Ahora es el momento de la consolidación fiscal y un ajuste que marque el crecimiento de la próxima década. Las decisiones que estamos tomando ahora tendrán impacto en los próximos 10 o 20 años".
Para Salgado, la eurozona realza la "dicotomía" entre austeridad y crecimiento. "El problema es que nosotros tenemos que financiar nuestro déficit en los mercados y no estamos en la situación de Estados Unidos ni estamos en la situación de los países de fuera del euro, que, aunque no hagan una devaluación, pueden ver cómo su moneda se deprecia, en términos relativos, y eso les origina una ventaja competitiva", dice. "Nosotros estamos en una zona económica que está ligada a una moneda y, por tanto, las herramientas que tuvimos en los años noventa ya no las tenemos. Entonces, claro, siendo verdad que debiéramos hacer más por el crecimiento, lo cierto es que, día a día... los mercados en este momento están primando más la austeridad en el gasto".
"Es cierto que la confianza es muy difícil de construir y muy fácil de perder. Así que vamos a pagar un precio por la pérdida de confianza", dice Rato. "Algunos de nuestros problemas deben resolverse al nivel del euro. Seamos francos: no sólo hay falta de confianza en España, sino falta de confianza en el sistema del euro y en su capacidad de resolver sus propios problemas. Y ahí creo que necesitamos una definición clara de lo que debe ser una política fiscal del euro. Algo que en estos momentos está faltando".
En España es frecuente comparar a los políticos, y de forma desfavorable, con el sector empresarial del país. España posee un plantel de grandes compañías de categoría internacional: Banco Santander, BBVA, Telefónica, Ferrovial, Iberdrola, FCC, ACS y otras. Cuenta con tres de las mejores escuelas de negocios del mundo. La inversión en energías renovables le ha dado fama internacional por parques eólicos como el que está cerca de la universidad de mi hija en Pennsylvania, operado por Gamesa, que ha obtenido millones de dólares de los fondos de estímulo en Estados Unidos.
Por el contrario, los dirigentes políticos españoles son objeto de críticas feroces por parte de la opinión pública. Las informaciones constantes sobre la corrupción política, la incomprensible alergia -curada hace muy poco- del Gobierno de Zapatero a la palabra "crisis", el ferviente empeño de la oposición en buscar ventajas electorales a costa del consenso, han acabado con la fe en que las autoridades puedan conducir al país hacia la recuperación.
"Las soluciones requieren o un gran consenso o un Gobierno fuerte. Y no tenemos ninguno de los dos", dice Fernando Fernández, profesor de economía en la IE Business School. Añade: "Que tenemos un problema de competencia profesional en la clase política, es objetivamente cierto... Nunca hemos tenido un Gobierno más débil, nunca en la historia de España".
Gran parte del problema de credibilidad del Gobierno al hablar de economía tiene que ver con que todavía hoy no ha ofrecido una visión clara y global del camino que tiene España por delante. Y la montaña rusa del último mes no ha ayudado. Zapatero no ha explicado del todo por qué declaró el 5 de mayo que la economía no necesitaba un ajuste "drástico" y a continuación anunció ajustes drásticos e "imprescindibles" una semana después.
De hecho, los miembros del Gobierno siguen dando la impresión de que su fe en la austeridad es resultado de una conversión obligada. Salgado dice que el Gobierno cree, como proclamó Zapatero el año pasado, que la salida de la crisis "será social, o no será". Al preguntarle si el gasto social actual es sostenible, contesta, con brevedad, que "es sostenible porque según nuestras prioridades lo hemos puesto en el máximo lugar".
"Nosotros estamos resistiendo lo máximo posible antes de afectar a ninguna partida del gasto social. Ahora hemos tenido que afectar mínimamente a un 0,5% del gasto social, pero queremos quedarnos ahí", añade.
La endeble convicción del Gobierno parece corresponderse con el celoso oportunismo de la oposición. Me entrevisté con Mariano Rajoy en su despacho de la planta alta de la sede del Partido Popular en la calle de Génova. Con amabilidad y después de apartar su cigarro, Rajoy se lanzó a enumerar las diferencias entre su estrategia para la economía y la de Zapatero con el fervor de un fiscal que sabe que él también está siendo sometido a juicio.
En el fondo, dice Rajoy, "el problema del Gobierno no es su posición, sino su inacción". Y en el fondo, cada vez más, parece que el plan económico de Rajoy consiste en apartar a Zapatero del poder.
"Nosotros pensamos que el principal factor de desconfianza que hay en este momento en la economía española es el Gobierno", dice. "El principal, por encima de cualquier dato objetivo o económico".
Rajoy explica por qué votó en el Parlamento contra las medidas de austeridad del Gobierno no sólo por las medidas en sí, sino como parte de una estrategia para obligar a que se presente una moción de confianza. Las encuestas dan al Partido Popular suficiente apoyo para lograr la mayoría absoluta. Algunos analistas políticos dicen que una gran derrota del PSOE en las elecciones catalanas de otoño pondría en peligro los dos años que le quedan a Zapatero en su puesto.
Pero las cifras de la opinión pública también contienen trampas para la oposición. Los votantes han perdido la confianza en todos los líderes. Y, como prueba del ansia de soluciones que tienen, una gran mayoría insta a la oposición a apoyar las medidas económicas del Gobierno, aunque dichas medidas sean impopulares. Rajoy se ha negado.
Algunos teóricos alegan que, como ocurre en la economía, la política española sufre unos profundos desequilibrios estructurales, que van desde la promoción interna en los partidos hasta la relación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Las comunidades representan el 57% del gasto público. Más de la mitad de los casi tres millones de funcionarios públicos trabaja para los Gobiernos regionales, muchos en una red burocrática opaca (685 entidades autónomas solo en Cataluña). Los intereses políticos regionales desempeñan un papel crucial en las cajas de ahorros.
"La crisis deja al descubierto los límites de las relaciones entre el Gobierno central y las autonomías", dice Joan Subirats, catedrático de ciencia política en la Universidad Autónoma de Barcelona. "No hay entrenamiento para gobernar el país colectivamente". Menciona, como un ejemplo positivo, la cooperación entre las autoridades centrales y regionales en el asunto de la gripe porcina. La situación económica requiere algo más. "Esta no es una crisis, es un cambio trascendental", dice. "El país no puede ser el mismo".
Es de destacar que el electorado no está tan polarizado como los políticos, dice Jordi Capo, politólogo y especialista en votaciones en la Universitat de Barcelona. Ese puede ser un factor que contribuye a la paz social pese a la escasez de recursos, la incertidumbre sobre el futuro y las frustraciones de la vida cotidiana. Quizá llegue el estallido social -algunos afirman que la tardanza del Gobierno en abordar la crisis puede hacer que el estallido sea todavía más explosivo-, pero, por ahora, cualquier agitación está soterrada.
Para un estadounidense, sobre todo, el caso de los inmigrantes parece especialmente revelador. Los inmigrantes constituyen más o menos el mismo porcentaje de la población en España y en Estados Unidos. En España, que ha tenido una mayor entrada de extranjeros que ningún otro país europeo salvo Irlanda, donde se calcula que el 20% de todos los recién nacidos son de madre extranjera y el desempleo entre los inmigrantes es al menos un 30% superior al de los españoles, no hay un Arizona, no hay indignación nacional sobre quién tiene derecho y quién no tiene derecho a estar.
"En España, a pesar de todo, no ha habido rechazo y hostilidad, no ha habido partidos xenófobos", dice Joaquín Arango. Ahora bien, añade, el país tendrá que reabsorber a un millón de inmigrantes desempleados en la economía, sobre todo porque la mayoría parece dispuesta a quedarse. Y, a largo plazo, debe resolver cómo seguir atrayendo a nuevos inmigrantes.
"Hay que reflexionar sobre el futuro. No va a ser igual", dice. "La economía tiene que cambiar y volverse más productiva. Va a necesitar un nuevo tipo de inmigrante".
El 29 de abril -13 días antes de que Zapatero anunciara el primer gran paquete de austeridad del Gobierno-, Raimundo García habló en una nave de su fábrica de Villacañas y anunció un último esfuerzo para salvar Puertas Visel. Trescientos empleados, incluido él, votaron a favor de reducirse el salario a un máximo de 900 euros al mes y prestar el resto a la empresa durante los próximos ocho años para que pueda pagar su deuda, además de ganar tiempo para elaborar una estrategia a largo plazo que le permita sobrevivir.
"En cierto modo, están votando conservar sus puestos de trabajo", dijo García más tarde. "Mi preocupación es que no se cierren las fábricas para no perder nuestro tejido industrial".
La industria de las puertas en Villacañas tiene un padre fundador -Abilio Cuesta, un carpintero que abrió el primer taller en los años setenta- y un momento en el que los residentes dicen que vieron el principio del fin: el 5 de enero de 2008, cuando circularon las noticias de los primeros despidos. A lo largo de los dos años siguientes se evaporaron 3.000 de los 5.000 puestos de trabajo locales. Fue un derrumbe monumental. Desaparecieron los sueldos iniciales de hasta 40.000 euros anuales y los puestos de director comercial que llevaban a casa hasta 300.000. En otra época, Puertas Mavisa patrocinaba a un equipo en la Vuelta a España. Hoy, en la puerta de su fábrica cuelga un cartel: "Liquidación de maquinarias por cierre".
A pesar de su éxito, García dice que la industria local no supo adaptarse. Algunas empresas llevaron a cabo transacciones con dinero negro. No supieron modificar su estilo de puertas para responder a nuevas demandas. Y el 95% de sus ventas se hacían en el mercado interior. Dice que el Gobierno ahora debería ayudar al sector a consolidarse. "Lo que están haciendo con las cajas de ahorros tienen que hacerlo con nosotros", afirma. "Pero predico en el desierto".
Era inevitable que la velocidad de transformación de Villacañas tuviera consecuencias positivas y negativas. Creó riqueza y oportunidades de mejorar. También atrajo las drogas y provocó un elevado índice de abandono escolar. Desechó una cultura conservadora y rural para adoptar otra más moderna, urbana y materialista. García dice, riéndose, que ha visto cómo el pueblo pasaba de ser un lugar en el que "se iba a la iglesia" a otro en el que "se va al banco, también para confesar".
Desde su elección en 2007, el alcalde García Aranda ha contratado a asesores económicos y ha obtenido una subvención del Fondo Europeo de Ajuste a la Globalización. Sin embargo, dice, "la responsabilidad de la autoridad es anticipar lo que puede venir. La crisis era impensable, pero todo el mundo decía que esto no era sostenible. Debimos haber actuado en 2004".
La matriculación en educación de adultos se ha triplicado en Villacañas. Antes, los residentes despreciaban el empleo en el sector público porque estaba mal pagado; cuando el pueblo anunció hace poco una bolsa de trabajo para funcionarios, hubo 170 solicitantes. También han aumentado ligeramente, dice el alcalde, los casos de violencia doméstica, así como la demanda de atención psicológica.
El alcalde cuenta, entre risas, que un psicólogo le había dicho de su paciente que "me dijo que el diagnóstico de este señor era clarísimo, y la medicina para curarlo, también: un trabajo y 1.200 euros al mes".
La gente menciona varios factores familiares que mantienen unida la comunidad: generosas prestaciones de desempleo, que a menudo se complementan con los ahorros o alguna chapuza; una red familiar y social que sigue siendo fuerte, aunque se haya debilitado; la contribución de la sociedad civil, y por último, una resignación pasmada pero persistente, que algún día se disipará.
Rufino López, de 39 años, que invirtió lo que había ganado en la fábrica para establecerse como carpintero independiente, está sin trabajo, como su mujer. Y ya no cobra el paro. Sobreviven gracias a sus ahorros, pero tienen que pagar los 400 euros de hipoteca para no perder la casa. Han vendido el coche y han aplazado tener un segundo hijo.
"Yo veo que la gente pone el grito en el cielo", dice. "Pueden y deben surgir conflictos. Es la única manera de ver la gravedad de la situación".
Cuando le pregunté a Elena Salgado lo que el Gobierno podía ofrecer a Villacañas, contestó: "Primero, una cierta dosis de realismo: la actividad de la construcción no va a volver a ser lo que era". Y concluyó: "Yo creo que se trata, primero, de ganar en productividad y tecnología, y después, encontrar los nichos de mercado... pero con una posición realista de incrementar la formación para tener la capacidad de encontrar empleo en otros sectores".
Según el alcalde García Aranda, las soluciones deben ir más allá de la creación de empleo. Ahora es el momento de convertir la comunidad en algo mejor, algo duradero.
"En tiempos de crisis, uno ve las cosas más grandes y duras de la condición humana", dice. "Lo que está pasando aquí no se resuelve solamente con volver a crecer. Si se hace eso, sería perder una oportunidad de reflexionar sobre aspectos de la cultura social y sobre el papel que debe desempeñar la ciudadanía".
España no ha producido todavía una literatura de la crisis como la que ha dominado las listas de libros más vendidos en Estados Unidos. A medida que vayan surgiendo títulos, uno que debe estar incluido es Jóvenes en tierra de nadie. Se trata de una tesis doctoral recién terminada por Cecilia Eseverri, una estudiante de posgrado en la Universidad Complutense.
Los jóvenes de los que habla son hijos de inmigrantes que viven en el barrio madrileño de San Cristóbal de los Ángeles, un dominó de bloques de pisos densamente poblados que cuenta con 17.000 residentes y el mayor porcentaje de inmigrantes de toda la ciudad. Eseverri comenzó sus investigaciones en él en 2005; fue maestra en el colegio local y vio cómo el barrio tenía que enfrentarse a dos pruebas, "la de la inseguridad económica y la de la transformación demográfica".
La "tierra de nadie" que describe Eseverri es, más que un lugar, una etapa de lo que significa hacerse mayor en la España actual. Los jóvenes inmigrantes a los que estudió y sobre los que ha escrito se alejan de un futuro productivo, abandonan la escuela y pierden el empleo, y luego vuelven gracias a su sólida identificación con el barrio y la red de apoyos con que cuentan.
"Con los jóvenes hay este tiempo muerto y después su reenganche, pero han dejado pasar mucho tiempo para encontrar un trabajo", explica. "La creación de asociaciones es una enseñanza política muy importante; es una forma de apoyo social bastante barata y una inversión que crea un contagio".
Los frentes de batalla de la crisis económica de España están llenos de jóvenes. Me dicen que pertenecen o a una generación perdida -excluidos de escuelas y carreras, y buscándose como pueden algún trabajito- o a una generación estrella: muy preparados, productos de la vitalidad de estos años de cambio, comprometidos con Europa y abiertos al mundo.
De cómo sorteen estos dos grupos la escasez de oportunidades dependerá cómo sale España de la crisis. ¿Qué les ofrecerá el país? ¿Se arriesgarán como lo hizo, por ejemplo, un inmigrante dominicano de 21 años llamado Dailán Santana al inscribirse en un curso de ordenadores en San Cristóbal? ¿O Cecilia Eseverri cuando optó por seguir adelante con su carrera académica pese a que hay plazas de profesor disponibles en la universidad?
También está el caso de Manuel Huete, un joven de 26 años que reconoce con timidez que "tengo que decir que la crisis ha sido buena para mí".
Huete creció en Villacañas. La industria de las puertas colocó a su familia en una situación acomodada. "Toda la familia trabajaba en las puertas: mi padre, mi hermana, mi cuñado, mi tío", dice. "Teníamos que diversificar un poco".
Pese a las objeciones familiares, estudió Empresariales en la Universidad Complutense en Aranjuez y Economía en la Carlos III. Cuando se graduó, el verano pasado, y no consiguió trabajo, se fue al Reino Unido a aprender inglés y le contrató Luis Garicano, un economista español que trabaja en la London School of Economics. Hoy, Huete trabaja en el Banco de España, en un proyecto de tecnología de la información para el Banco Central Europeo.
"Si no hubiera sido por la crisis, quizá estaría haciendo puertas", dice. Ahora "quiero ser economista. Es una ciencia muy noble. Intentamos resolver los problemas de las necesidades, en especial las necesidades más básicas".
¿Y cómo ve el futuro de Villacañas?
"Yo espero que Villacañas tenga futuro", responde. "Es un pueblo que se ha arriesgado y ha sido fértil. Durante unos años no va a vivir de las puertas. Dará pasos atrás. Pero no regresará a los silos".
(Phil Bennett fue director adjunto de The Washington Post entre 2005 y 2009 y antes había sido redactor jefe de Internacional entre 1999 y 2005. Durante ese tiempo el diario ganó dos Pulitzer. Actualmente enseña Periodismo en la Universidad Duke, en Carolina del Norte).
Tras recorrer España en las últimas semanas, el periodista estadounidense Phil Bennett ofrece su retrato de la crisis. El relato incluye entrevistas a Salgado, Rajoy y Rato, pero también a empresarios, trabajadores y parados. Esta es la visión de España del ex director adjunto de 'The Washington Post'
La crisis económica de España no tiene una zona cero. El visitante tiene la impresión de que todos en el país parecen narrar una parte distinta de un drama nacional, una poderosa mezcla de dificultades y obsesiones universales. Pero si hubiera que empezar la historia en un lug

Hasta hace unos años, el rasgo más característico de Villacañas eran sus silos. Generaciones de agricultores pobres vivían en unos búnkeres subterráneos, en muchos casos excavados con herramientas de mano en el suelo calcáreo de La Mancha. Los silos eran baratos y ofrecían calor en invierno y fresco en verano. En los años cincuenta del siglo pasado seguía habiendo centenares en uso, pero hoy existen pocos visibles. El motivo es que, de la noche a la mañana, Villacañas se enriqueció de manera asombrosa. La gente se compró pisos en Madrid, casas en la playa, y construyó nuevas viviendas sobre las cuevas de sus antepasados.
La opulencia llegó a través de una industria cuya audacia y simplicidad estaba a la altura de los silos: Villacañas fabrica puertas. No unas cuantas, sino 11 millones de puertas en 2006, más del 60% del mercado nacional en pleno apogeo de la construcción. Las ventas aportaban a este pueblo de 10.000 habitantes ingresos de más de 600 millones de euros al año. El sector proporcionaba 5.000 puestos de trabajo bien remunerados, daba empleo a familias enteras en turnos que cubrían los siete días de la semana e hizo que chicos de 16 años abandonaran el colegio, deseosos de poder comprarse un Audi nuevo para cruzar a toda velocidad el primer y único semáforo de Villacañas.
Como es natural, la crisis amenaza con dejar todo esto en chatarra. En una mañana reciente de domingo, Raimundo García caminaba por la nave silenciosa de la fábrica de Puertas Visel, de la que es director general. Hijo de un carnicero local, estudió Económicas en la Universidad de Chicago y luego regresó para convertir Visel en una empresa de enormes beneficios. En 2007, la empresa fabricó casi un millón de puertas y tenía 830 empleados. Hoy, la fábrica cuenta con 320 trabajadores y sólo funciona cuatro días a la semana. Como casi la mitad de las 10 empresas de puertas que sobreviven en la región, está en suspensión de pagos y corre peligro de desaparecer. "Mi gran pena es que no nos reorganizáramos antes de la crisis", dice García. "Ahora podríamos tirar todo esto a la basura".
Villacañas quizá tenga que soportar ya siempre la etiqueta de Ícaro -voló demasiado alto, sus alas se fundieron y cayó-, si no fuera porque lo que sucede aquí hoy parece tan significativo como su edad de oro. Como en otros lugares de España, los habitantes de Villacañas se hacen preguntas fundamentales sobre su comunidad y su país, a menudo con angustia, ira y frustración: ¿qué nos ha pasado?, ¿quién tiene la culpa?, ¿qué va a ocurrir ahora?, ¿cómo va a ser nuestro futuro y cuánto podemos controlar?
Llegué a España a finales de mayo, procedente de EE.UU., con preguntas similares. En Estados Unidos, la crisis económica ha suscitado un debate sobre el papel del Estado, sobre la justicia y la responsabilidad, sobre los valores sociales y la identidad. ¿En qué está cambiando España por culpa de la crisis económica más compleja desde su transición a la democracia? ¿Por qué un 20% de desempleo no ha desencadenado un conflicto social? ¿Cómo están preparando los líderes del país la salida?
Sea justo o no, los mercados mundiales y los medios de comunicación tienden a dividir el mundo en dos categorías: los países que tienen problemas y los que son problemas. Y hoy consideran que España es un problema. Una consecuencia de ello es que los titulares nacionales desatan temblores por todo el sistema, como ocurre casi a diario desde principios de mayo. Otra, quizá más útil, es que empuja a ver cada parte concreta de la crisis como un elemento relacionado con los demás.
En un análisis publicado al día siguiente de mi llegada, uno de esos titulares que sacuden el sistema: el Fondo Monetario Internacional lo hacía con este breve párrafo: "La economía de España necesita reformas exhaustivas y de largo alcance. Los retos son graves: un mercado de trabajo disfuncional, el estallido de la burbuja inmobiliaria, un gran déficit fiscal, un sector privado y una deuda externa que pesan mucho, un crecimiento de la productividad anémico, una competitividad débil y un sector bancario con bolsas de debilidad". El país necesita una "estrategia integral", decía, y "hay que hacerlo cuanto antes".
No he hablado con una sola persona, dentro o fuera del Gobierno, que esté fundamentalmente en desacuerdo con este análisis. Es un caso poco frecuente de consenso. En casi todo lo demás, España ofrece la imagen de unos responsables políticos profundamente divididos. Existe la obsesión de restaurar la confianza de los extranjeros en el país. Pero impresiona todavía más la falta de confianza de los propios españoles en sus dirigentes y sus instituciones.
Es lo que sucede en Villacañas. El joven alcalde del pueblo, Santiago García Aranda, me recibió en su despacho, que da a la modesta plaza de España, con ocho sucursales de bancos herencia de la época de apogeo y filas de parados cada mañana ante la oficina de empleo. García Aranda, del PSOE, observa el debate político actual con abierto desprecio.
"La intensidad de la crisis que estamos viviendo no es de hoy. La estamos viviendo de forma brutal desde 2008. Este pueblo habla de la crisis desde 2008. El país, no", dice. "Todos, incluyendo la prensa, están obsesionados con las elecciones y no con el futuro del país. No es sólo Zapatero quien no está comunicando bien. Las universidades, los medios de comunicación, también nos han fallado".
Los costes humanos de la crisis ya son graves, dice. Durante el boom, Villacañas tenía una de las mayores tasas de abandono escolar del país. "Hay en Villacañas personas de 40 años que habían trabajado desde los 16", explica García Aranda. "Y ahora ya no trabajan y carecen por completo de las cualificaciones profesionales y humanas y de los instrumentos de adaptación para salir adelante".
El alcalde, cuya madre tenía un puesto de periódicos en el pueblo, y que trabajó a tiempo parcial en el sector de las puertas cuando era estudiante, dice que también se daba el fenómeno opuesto: por primera vez, muchos padres de Villacañas habían podido enviar a sus hijos a estudiar, como él, a obtener títulos universitarios. Y me contó esta historia:
"Hace dos semanas tuve a un padre exactamente donde tú estás sentado. Su esposa y él están en paro. Sus dos hijos están estudiando en la universidad: la hija, ciencias veterinarias, y el hijo, aeronáutica. Y el padre tenía que decidir a cuál de sus dos hijos le debe permitir continuar sus estudios. Y se decidió por su hija porque le faltaba solo su último año. Así que sacó a su hijo". Al alcalde se le empañaban los ojos. "Ojalá pudiera poner a los que toman las decisiones en el pellejo de ese padre", dijo.
Durante el periodo de prosperidad -parte de una transformación general que el embajador de España en Estados Unidos llamó hace poco "los mejores años de nuestra historia colectiva de los últimos cinco siglos"-, lo extraordinario se convirtió en corriente. Como consecuencia, hoy es normal oír a la gente sorprenderse e indignarse por la crisis económica actual, algo que ha sucedido muchas veces en muchos países, y, en cambio, calificar el asombroso ciclo de cambios anterior como completamente normal.
Economistas de todo el espectro político dicen que los dos periodos están unidos. La historia se resume así: más de 10 años de préstamos baratos de Europa ayudaron a alimentar un fantástico aumento del gasto y las inversiones. España construyó un ferrocarril y unas carreteras de primera categoría y llevó a cabo proyectos turísticos. Construyó más viviendas nuevas que Alemania, Francia e Italia juntas... y vio cómo se duplicaban los precios de las casas. El gasto de consumo se incrementó dos veces más que la media europea durante esa década, y los salarios subieron un 30%. Cinco millones de inmigrantes nuevos se incorporaron al mercado laboral. En una especie de maquinaria en movimiento perpetuo, se necesitaba a los inmigrantes para que construyeran casas para sí mismos.
"Cuando la economía va bien, España crea más empleo que ningún otro país", dice Joaquín Arango, director del programa de Migraciones Internacionales y Ciudadanía en el Instituto Universitario Ortega y Gasset. "Cuando la economía va mal, España destruye más empleo que ningún otro".
A finales de 2009, la deuda exterior total de España era de 1,735 billones de euros, equivalente al 170% del PIB. La banca privada, que evitó los peores excesos de la crisis financiera de 2008, posee en la actualidad aproximadamente la mitad de las viviendas vacías españolas. El Gobierno, mientras tanto, aumentó el gasto público un 7,7% anual a partir de 2005. Esto, unido al descenso de los ingresos, convirtió el superávit presupuestario de 2007 en un déficit del 11%. Más de cuatro millones de trabajadores perdieron su empleo; la tasa de paro española, del 20%, es más del doble de la tasa media en Europa. Las prestaciones de desempleo, las más generosas de Europa, cuestan al Estado otros 32.000 millones de euros al año.
Cuando estalló la crisis crediticia griega en abril, las preocupantes cifras de España se volvieron tan imposibles de ocultar como los bosques petrificados de grúas que vigilan las entradas a tantas ciudades.
Los economistas en España suelen destacar los factores internos para describir la anatomía de la crisis y justificar los cambios estructurales que dicen que son necesarios. "La hora de la verdad llegará cuando nos demos cuenta de que las principales causas de la crisis son internas", dice César Molinas, director de la consultora Multa Paucis, que ha ocupado varios cargos económicos en el Gobierno español.
Las autoridades y otros políticos, por el contrario, tienden a prestar más atención a las raíces internacionales. Para el Gobierno de Zapatero, esa respuesta parece ser casi un reflejo. Cuando le pregunté a Elena Salgado, la animosa y elegante vicepresidenta económica, sobre los obstáculos al crecimiento de la economía, lo primero que dijo fue: "A nosotros nos está penalizando el desconocimiento internacional de dos cuestiones importantes...", y emprendió una explicación del estado constitucional de las comunidades autónomas y la solidez de las cajas de ahorro. Al final acabó diciendo que, cuando se completen la reestructuración de las cajas y la reforma del mercado laboral, "habremos puesto las bases para recuperar nuestro crecimiento potencial, que en España es alto".
La decisión entre buscar las claves de la recuperación económica dentro o buscarlas fuera puede reflejar las diferencias sobre la urgencia y la dimensión de las reformas estructurales necesarias para conseguirlo. En cualquiera de los dos casos, muchos economistas se han vuelto pesimistas sobre las perspectivas de crecimiento. Después de contraerse un 3,9% en 2009, la economía española será la única del G-20 que no va a crecer en 2010. El Gobierno ha reducido sus proyecciones de crecimiento para 2011 al 1,8%; la agencia de calificaciones Fitch las sitúa a un nivel aún más bajo. Molinas y otros creen que la recuperación será en "L", más parecida a la de Japón en los últimos 20 años que a la de Estados Unidos.
"El mayor riesgo es que en 2013-2015 la renta per cápita vuelva a ser la que era hace 10 años", dice Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales. "Va a ser una economía más delgada con peligro de anorexia".
Fernando Ballabriga, director del departamento de economía en la Escuela de Negocios ESADE, también ve un "horizonte de estancamiento". "Lo que es más preocupante no es la crisis inmediata, sino el estancamiento a largo plazo", asegura. "Es muy importante que la solución sea un paquete. Yo estoy convencido de que hay que hacer todo a la vez. Que la política esté o no preparada para eso, es la gran pregunta".
"Todo a la vez" significa llevar a cabo reformas estructurales, además de medidas de austeridad. Incluye una reforma laboral que cree flexibilidad salarial y más igualdad para el 30% de trabajadores con contratos temporales; la reforma de las cajas de ahorros, que albergan el 50% de los depósitos, consolidar su número y proporcionar los medios para la recapitalización; crear una financiación pública sostenible; ocuparse de una población mayor cada vez más numerosa; impulsar la productividad, que se redujo bruscamente durante los últimos 10 años.
Rodrigo Rato, ex ministro de Economía y ex director del FMI, que este año ha sido nombrado presidente de Caja Madrid, me dijo que "lo que tiene que hacer España es tomar decisiones sobre su política tanto macroeconómica como microeconómica, y explicarlas a la gente. Esas decisiones son difíciles. Lo importante es que las decisiones no sólo resuelvan nuestros problemas inmediatos, sino que introduzcan correcciones en la forma de abordar nuestros problemas a largo plazo".
Rato confía en que la reforma de las cajas va a seguir adelante. "Estoy seguro de que de aquí a dos o tres años tendremos menos cajas en activo, mayores y más capitalizadas".
Pero ninguna medida es por sí sola una contraseña mágica para salir de la crisis. La reforma del mercado laboral, por ejemplo, no es un medio para crear nuevos puestos de trabajo. Y algunos de los mecanismos que los Gobiernos utilizaban en el pasado para restablecer la competitividad -como las seis devaluaciones de la peseta entre 1977 y 1997- desaparecieron con la creación de la eurozona, lo cual supone una presión añadida para la unión monetaria y España.
Javier Vallés, principal asesor económico de Zapatero, dice que en estas circunstancias no existen buenos modelos que España pueda imitar. "Entre los economistas suelen hacer papers con economías de laboratorio", explica. "España es un ejemplo real de una economía que va a ser estudiada en los próximos cinco años. Ahora es el momento de la consolidación fiscal y un ajuste que marque el crecimiento de la próxima década. Las decisiones que estamos tomando ahora tendrán impacto en los próximos 10 o 20 años".
Para Salgado, la eurozona realza la "dicotomía" entre austeridad y crecimiento. "El problema es que nosotros tenemos que financiar nuestro déficit en los mercados y no estamos en la situación de Estados Unidos ni estamos en la situación de los países de fuera del euro, que, aunque no hagan una devaluación, pueden ver cómo su moneda se deprecia, en términos relativos, y eso les origina una ventaja competitiva", dice. "Nosotros estamos en una zona económica que está ligada a una moneda y, por tanto, las herramientas que tuvimos en los años noventa ya no las tenemos. Entonces, claro, siendo verdad que debiéramos hacer más por el crecimiento, lo cierto es que, día a día... los mercados en este momento están primando más la austeridad en el gasto".
"Es cierto que la confianza es muy difícil de construir y muy fácil de perder. Así que vamos a pagar un precio por la pérdida de confianza", dice Rato. "Algunos de nuestros problemas deben resolverse al nivel del euro. Seamos francos: no sólo hay falta de confianza en España, sino falta de confianza en el sistema del euro y en su capacidad de resolver sus propios problemas. Y ahí creo que necesitamos una definición clara de lo que debe ser una política fiscal del euro. Algo que en estos momentos está faltando".
En España es frecuente comparar a los políticos, y de forma desfavorable, con el sector empresarial del país. España posee un plantel de grandes compañías de categoría internacional: Banco Santander, BBVA, Telefónica, Ferrovial, Iberdrola, FCC, ACS y otras. Cuenta con tres de las mejores escuelas de negocios del mundo. La inversión en energías renovables le ha dado fama internacional por parques eólicos como el que está cerca de la universidad de mi hija en Pennsylvania, operado por Gamesa, que ha obtenido millones de dólares de los fondos de estímulo en Estados Unidos.
Por el contrario, los dirigentes políticos españoles son objeto de críticas feroces por parte de la opinión pública. Las informaciones constantes sobre la corrupción política, la incomprensible alergia -curada hace muy poco- del Gobierno de Zapatero a la palabra "crisis", el ferviente empeño de la oposición en buscar ventajas electorales a costa del consenso, han acabado con la fe en que las autoridades puedan conducir al país hacia la recuperación.
"Las soluciones requieren o un gran consenso o un Gobierno fuerte. Y no tenemos ninguno de los dos", dice Fernando Fernández, profesor de economía en la IE Business School. Añade: "Que tenemos un problema de competencia profesional en la clase política, es objetivamente cierto... Nunca hemos tenido un Gobierno más débil, nunca en la historia de España".
Gran parte del problema de credibilidad del Gobierno al hablar de economía tiene que ver con que todavía hoy no ha ofrecido una visión clara y global del camino que tiene España por delante. Y la montaña rusa del último mes no ha ayudado. Zapatero no ha explicado del todo por qué declaró el 5 de mayo que la economía no necesitaba un ajuste "drástico" y a continuación anunció ajustes drásticos e "imprescindibles" una semana después.
De hecho, los miembros del Gobierno siguen dando la impresión de que su fe en la austeridad es resultado de una conversión obligada. Salgado dice que el Gobierno cree, como proclamó Zapatero el año pasado, que la salida de la crisis "será social, o no será". Al preguntarle si el gasto social actual es sostenible, contesta, con brevedad, que "es sostenible porque según nuestras prioridades lo hemos puesto en el máximo lugar".
"Nosotros estamos resistiendo lo máximo posible antes de afectar a ninguna partida del gasto social. Ahora hemos tenido que afectar mínimamente a un 0,5% del gasto social, pero queremos quedarnos ahí", añade.
La endeble convicción del Gobierno parece corresponderse con el celoso oportunismo de la oposición. Me entrevisté con Mariano Rajoy en su despacho de la planta alta de la sede del Partido Popular en la calle de Génova. Con amabilidad y después de apartar su cigarro, Rajoy se lanzó a enumerar las diferencias entre su estrategia para la economía y la de Zapatero con el fervor de un fiscal que sabe que él también está siendo sometido a juicio.
En el fondo, dice Rajoy, "el problema del Gobierno no es su posición, sino su inacción". Y en el fondo, cada vez más, parece que el plan económico de Rajoy consiste en apartar a Zapatero del poder.
"Nosotros pensamos que el principal factor de desconfianza que hay en este momento en la economía española es el Gobierno", dice. "El principal, por encima de cualquier dato objetivo o económico".
Rajoy explica por qué votó en el Parlamento contra las medidas de austeridad del Gobierno no sólo por las medidas en sí, sino como parte de una estrategia para obligar a que se presente una moción de confianza. Las encuestas dan al Partido Popular suficiente apoyo para lograr la mayoría absoluta. Algunos analistas políticos dicen que una gran derrota del PSOE en las elecciones catalanas de otoño pondría en peligro los dos años que le quedan a Zapatero en su puesto.
Pero las cifras de la opinión pública también contienen trampas para la oposición. Los votantes han perdido la confianza en todos los líderes. Y, como prueba del ansia de soluciones que tienen, una gran mayoría insta a la oposición a apoyar las medidas económicas del Gobierno, aunque dichas medidas sean impopulares. Rajoy se ha negado.
Algunos teóricos alegan que, como ocurre en la economía, la política española sufre unos profundos desequilibrios estructurales, que van desde la promoción interna en los partidos hasta la relación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Las comunidades representan el 57% del gasto público. Más de la mitad de los casi tres millones de funcionarios públicos trabaja para los Gobiernos regionales, muchos en una red burocrática opaca (685 entidades autónomas solo en Cataluña). Los intereses políticos regionales desempeñan un papel crucial en las cajas de ahorros.
"La crisis deja al descubierto los límites de las relaciones entre el Gobierno central y las autonomías", dice Joan Subirats, catedrático de ciencia política en la Universidad Autónoma de Barcelona. "No hay entrenamiento para gobernar el país colectivamente". Menciona, como un ejemplo positivo, la cooperación entre las autoridades centrales y regionales en el asunto de la gripe porcina. La situación económica requiere algo más. "Esta no es una crisis, es un cambio trascendental", dice. "El país no puede ser el mismo".
Es de destacar que el electorado no está tan polarizado como los políticos, dice Jordi Capo, politólogo y especialista en votaciones en la Universitat de Barcelona. Ese puede ser un factor que contribuye a la paz social pese a la escasez de recursos, la incertidumbre sobre el futuro y las frustraciones de la vida cotidiana. Quizá llegue el estallido social -algunos afirman que la tardanza del Gobierno en abordar la crisis puede hacer que el estallido sea todavía más explosivo-, pero, por ahora, cualquier agitación está soterrada.
Para un estadounidense, sobre todo, el caso de los inmigrantes parece especialmente revelador. Los inmigrantes constituyen más o menos el mismo porcentaje de la población en España y en Estados Unidos. En España, que ha tenido una mayor entrada de extranjeros que ningún otro país europeo salvo Irlanda, donde se calcula que el 20% de todos los recién nacidos son de madre extranjera y el desempleo entre los inmigrantes es al menos un 30% superior al de los españoles, no hay un Arizona, no hay indignación nacional sobre quién tiene derecho y quién no tiene derecho a estar.
"En España, a pesar de todo, no ha habido rechazo y hostilidad, no ha habido partidos xenófobos", dice Joaquín Arango. Ahora bien, añade, el país tendrá que reabsorber a un millón de inmigrantes desempleados en la economía, sobre todo porque la mayoría parece dispuesta a quedarse. Y, a largo plazo, debe resolver cómo seguir atrayendo a nuevos inmigrantes.
"Hay que reflexionar sobre el futuro. No va a ser igual", dice. "La economía tiene que cambiar y volverse más productiva. Va a necesitar un nuevo tipo de inmigrante".
El 29 de abril -13 días antes de que Zapatero anunciara el primer gran paquete de austeridad del Gobierno-, Raimundo García habló en una nave de su fábrica de Villacañas y anunció un último esfuerzo para salvar Puertas Visel. Trescientos empleados, incluido él, votaron a favor de reducirse el salario a un máximo de 900 euros al mes y prestar el resto a la empresa durante los próximos ocho años para que pueda pagar su deuda, además de ganar tiempo para elaborar una estrategia a largo plazo que le permita sobrevivir.
"En cierto modo, están votando conservar sus puestos de trabajo", dijo García más tarde. "Mi preocupación es que no se cierren las fábricas para no perder nuestro tejido industrial".
La industria de las puertas en Villacañas tiene un padre fundador -Abilio Cuesta, un carpintero que abrió el primer taller en los años setenta- y un momento en el que los residentes dicen que vieron el principio del fin: el 5 de enero de 2008, cuando circularon las noticias de los primeros despidos. A lo largo de los dos años siguientes se evaporaron 3.000 de los 5.000 puestos de trabajo locales. Fue un derrumbe monumental. Desaparecieron los sueldos iniciales de hasta 40.000 euros anuales y los puestos de director comercial que llevaban a casa hasta 300.000. En otra época, Puertas Mavisa patrocinaba a un equipo en la Vuelta a España. Hoy, en la puerta de su fábrica cuelga un cartel: "Liquidación de maquinarias por cierre".
A pesar de su éxito, García dice que la industria local no supo adaptarse. Algunas empresas llevaron a cabo transacciones con dinero negro. No supieron modificar su estilo de puertas para responder a nuevas demandas. Y el 95% de sus ventas se hacían en el mercado interior. Dice que el Gobierno ahora debería ayudar al sector a consolidarse. "Lo que están haciendo con las cajas de ahorros tienen que hacerlo con nosotros", afirma. "Pero predico en el desierto".
Era inevitable que la velocidad de transformación de Villacañas tuviera consecuencias positivas y negativas. Creó riqueza y oportunidades de mejorar. También atrajo las drogas y provocó un elevado índice de abandono escolar. Desechó una cultura conservadora y rural para adoptar otra más moderna, urbana y materialista. García dice, riéndose, que ha visto cómo el pueblo pasaba de ser un lugar en el que "se iba a la iglesia" a otro en el que "se va al banco, también para confesar".
Desde su elección en 2007, el alcalde García Aranda ha contratado a asesores económicos y ha obtenido una subvención del Fondo Europeo de Ajuste a la Globalización. Sin embargo, dice, "la responsabilidad de la autoridad es anticipar lo que puede venir. La crisis era impensable, pero todo el mundo decía que esto no era sostenible. Debimos haber actuado en 2004".
La matriculación en educación de adultos se ha triplicado en Villacañas. Antes, los residentes despreciaban el empleo en el sector público porque estaba mal pagado; cuando el pueblo anunció hace poco una bolsa de trabajo para funcionarios, hubo 170 solicitantes. También han aumentado ligeramente, dice el alcalde, los casos de violencia doméstica, así como la demanda de atención psicológica.
El alcalde cuenta, entre risas, que un psicólogo le había dicho de su paciente que "me dijo que el diagnóstico de este señor era clarísimo, y la medicina para curarlo, también: un trabajo y 1.200 euros al mes".
La gente menciona varios factores familiares que mantienen unida la comunidad: generosas prestaciones de desempleo, que a menudo se complementan con los ahorros o alguna chapuza; una red familiar y social que sigue siendo fuerte, aunque se haya debilitado; la contribución de la sociedad civil, y por último, una resignación pasmada pero persistente, que algún día se disipará.
Rufino López, de 39 años, que invirtió lo que había ganado en la fábrica para establecerse como carpintero independiente, está sin trabajo, como su mujer. Y ya no cobra el paro. Sobreviven gracias a sus ahorros, pero tienen que pagar los 400 euros de hipoteca para no perder la casa. Han vendido el coche y han aplazado tener un segundo hijo.
"Yo veo que la gente pone el grito en el cielo", dice. "Pueden y deben surgir conflictos. Es la única manera de ver la gravedad de la situación".
Cuando le pregunté a Elena Salgado lo que el Gobierno podía ofrecer a Villacañas, contestó: "Primero, una cierta dosis de realismo: la actividad de la construcción no va a volver a ser lo que era". Y concluyó: "Yo creo que se trata, primero, de ganar en productividad y tecnología, y después, encontrar los nichos de mercado... pero con una posición realista de incrementar la formación para tener la capacidad de encontrar empleo en otros sectores".
Según el alcalde García Aranda, las soluciones deben ir más allá de la creación de empleo. Ahora es el momento de convertir la comunidad en algo mejor, algo duradero.
"En tiempos de crisis, uno ve las cosas más grandes y duras de la condición humana", dice. "Lo que está pasando aquí no se resuelve solamente con volver a crecer. Si se hace eso, sería perder una oportunidad de reflexionar sobre aspectos de la cultura social y sobre el papel que debe desempeñar la ciudadanía".
España no ha producido todavía una literatura de la crisis como la que ha dominado las listas de libros más vendidos en Estados Unidos. A medida que vayan surgiendo títulos, uno que debe estar incluido es Jóvenes en tierra de nadie. Se trata de una tesis doctoral recién terminada por Cecilia Eseverri, una estudiante de posgrado en la Universidad Complutense.
Los jóvenes de los que habla son hijos de inmigrantes que viven en el barrio madrileño de San Cristóbal de los Ángeles, un dominó de bloques de pisos densamente poblados que cuenta con 17.000 residentes y el mayor porcentaje de inmigrantes de toda la ciudad. Eseverri comenzó sus investigaciones en él en 2005; fue maestra en el colegio local y vio cómo el barrio tenía que enfrentarse a dos pruebas, "la de la inseguridad económica y la de la transformación demográfica".
La "tierra de nadie" que describe Eseverri es, más que un lugar, una etapa de lo que significa hacerse mayor en la España actual. Los jóvenes inmigrantes a los que estudió y sobre los que ha escrito se alejan de un futuro productivo, abandonan la escuela y pierden el empleo, y luego vuelven gracias a su sólida identificación con el barrio y la red de apoyos con que cuentan.
"Con los jóvenes hay este tiempo muerto y después su reenganche, pero han dejado pasar mucho tiempo para encontrar un trabajo", explica. "La creación de asociaciones es una enseñanza política muy importante; es una forma de apoyo social bastante barata y una inversión que crea un contagio".
Los frentes de batalla de la crisis económica de España están llenos de jóvenes. Me dicen que pertenecen o a una generación perdida -excluidos de escuelas y carreras, y buscándose como pueden algún trabajito- o a una generación estrella: muy preparados, productos de la vitalidad de estos años de cambio, comprometidos con Europa y abiertos al mundo.
De cómo sorteen estos dos grupos la escasez de oportunidades dependerá cómo sale España de la crisis. ¿Qué les ofrecerá el país? ¿Se arriesgarán como lo hizo, por ejemplo, un inmigrante dominicano de 21 años llamado Dailán Santana al inscribirse en un curso de ordenadores en San Cristóbal? ¿O Cecilia Eseverri cuando optó por seguir adelante con su carrera académica pese a que hay plazas de profesor disponibles en la universidad?
También está el caso de Manuel Huete, un joven de 26 años que reconoce con timidez que "tengo que decir que la crisis ha sido buena para mí".
Huete creció en Villacañas. La industria de las puertas colocó a su familia en una situación acomodada. "Toda la familia trabajaba en las puertas: mi padre, mi hermana, mi cuñado, mi tío", dice. "Teníamos que diversificar un poco".
Pese a las objeciones familiares, estudió Empresariales en la Universidad Complutense en Aranjuez y Economía en la Carlos III. Cuando se graduó, el verano pasado, y no consiguió trabajo, se fue al Reino Unido a aprender inglés y le contrató Luis Garicano, un economista español que trabaja en la London School of Economics. Hoy, Huete trabaja en el Banco de España, en un proyecto de tecnología de la información para el Banco Central Europeo.
"Si no hubiera sido por la crisis, quizá estaría haciendo puertas", dice. Ahora "quiero ser economista. Es una ciencia muy noble. Intentamos resolver los problemas de las necesidades, en especial las necesidades más básicas".
¿Y cómo ve el futuro de Villacañas?
"Yo espero que Villacañas tenga futuro", responde. "Es un pueblo que se ha arriesgado y ha sido fértil. Durante unos años no va a vivir de las puertas. Dará pasos atrás. Pero no regresará a los silos".
(Phil Bennett fue director adjunto de The Washington Post entre 2005 y 2009 y antes había sido redactor jefe de Internacional entre 1999 y 2005. Durante ese tiempo el diario ganó dos Pulitzer. Actualmente enseña Periodismo en la Universidad Duke, en Carolina del Norte).
sábado, 12 de junio de 2010
Camino de Santiago
Cristina Menghini, la peregrina trotamundos que estuvo en Escalona, completo su Camino
Escalona.- Cristina Menghini, la peregrina “trotamundos” que estuvo casi una semana en Escalona afectada de un esguince de tobillo, ha completado su Camino de
Santiago y se encuentra ya en Roma.
Cristina, de 32 años, que recibió ayuda y asistencia en Escalona para superar la fase más aguda de su esguince y que estuvo valorando si podía continuar o debía regresar a Italia, ha viajado de inmediato a su país para seguir un curso de guía turística.
Sin embargo, agradecida a cuantos la ayudaron, ha prometido regresar a Escalona lo antes que le sea posible, quizá en septiembre próximo.
La “peregrina trotamundos”, que fue contando en un blog personal con todo lujo de detalles los avatares de su caminata desde Valencia a Santiago, en su tercer recorrido por las rutas jacobeas, ha escrito a la que llama su “familia en Escalona” y ha enviado besos y abrazos a sus compañeros peregrinos de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Toledo, que le acogieron en Escalona y hasta la invitaron a una de sus reuniones.
Escalona hubiese sido una etapa más en esa caminata de Menghini a no ser por un inoportuno accidente provoca
do por el calzado inapropiado que llevaba en esos momentos. Cristina cayó en una cuneta, a medio camino de Almorox, y se produjo un esguince de tobillo muy doloroso.
Asistida por la Policía Local fue inmediatamente atendida por miembros de la Asociación jacobea escalonera, que desde ese momento se cuidaron de su alimentación (es vegetariana y alérgica a los tomates), la llevaron a la consulta médica en varias ocasiones y hasta la trasladaron a Talavera para que pudiese equiparse con calzado adecuado en una tienda deportiva.
Todos los componentes de la AACSTE se suman a la alegría de Cristina por haber podido completar su Camino y la aguardan en Escalona para que relate sus vivencias.
Escalona.- Cristina Menghini, la peregrina “trotamundos” que estuvo casi una semana en Escalona afectada de un esguince de tobillo, ha completado su Camino de

Cristina, de 32 años, que recibió ayuda y asistencia en Escalona para superar la fase más aguda de su esguince y que estuvo valorando si podía continuar o debía regresar a Italia, ha viajado de inmediato a su país para seguir un curso de guía turística.
Sin embargo, agradecida a cuantos la ayudaron, ha prometido regresar a Escalona lo antes que le sea posible, quizá en septiembre próximo.
La “peregrina trotamundos”, que fue contando en un blog personal con todo lujo de detalles los avatares de su caminata desde Valencia a Santiago, en su tercer recorrido por las rutas jacobeas, ha escrito a la que llama su “familia en Escalona” y ha enviado besos y abrazos a sus compañeros peregrinos de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Toledo, que le acogieron en Escalona y hasta la invitaron a una de sus reuniones.
Escalona hubiese sido una etapa más en esa caminata de Menghini a no ser por un inoportuno accidente provoca

Asistida por la Policía Local fue inmediatamente atendida por miembros de la Asociación jacobea escalonera, que desde ese momento se cuidaron de su alimentación (es vegetariana y alérgica a los tomates), la llevaron a la consulta médica en varias ocasiones y hasta la trasladaron a Talavera para que pudiese equiparse con calzado adecuado en una tienda deportiva.
Todos los componentes de la AACSTE se suman a la alegría de Cristina por haber podido completar su Camino y la aguardan en Escalona para que relate sus vivencias.
Cristina Menghini ha dado muestras de gran tesón personal para completar este Camino, que quería dedicar a la memoria de su padre, fallecido pocos meses antes de cáncer.
viernes, 4 de junio de 2010
Denuncian a ABC que llevan más de tres meses sin luz en una calle de Escalona donde robaron 12 farolas
Toledo.-El presidente de la Asociación “Ribera del Alberche”, ha denunciado al diario ABC que la calle Cebolla, en esa urbanización de Escalona, lleva más de tres meses sin luz después de que unos desconocidos robasen 12 farolas en la citada vía.
El pre
sidente de la Asociación, Ángel Santano, ha asegurado que aunque lo pusieron en conocimiento del Ayuntamiento cuando sucedieron los hechos, todavía no se ha solucionado este asunto.
«En esta urbanización vivimos más de 5.000 personas, pero parece ser que el alcalde, Álvaro Gutiérrez, mira para otro lado», ha declarado a ABC.
Santano también ha solicitado al Consistorio que se construyan pasos de cebra realzados en la Avenida de Talavera, en la de Torrijos y en el camino del Pinar.
Por otro lado, Santano criticó que no exista un buen sistema de depuración en el municipio.
«La depuradora tiene 30 años y se construyó cuando el pueblo tenía 1.500 habitantes. Ahora somos casi 11.000 y los vasos de filtración no sirven y vierte al río Alberche».
Toledo.-El presidente de la Asociación “Ribera del Alberche”, ha denunciado al diario ABC que la calle Cebolla, en esa urbanización de Escalona, lleva más de tres meses sin luz después de que unos desconocidos robasen 12 farolas en la citada vía.
El pre

«En esta urbanización vivimos más de 5.000 personas, pero parece ser que el alcalde, Álvaro Gutiérrez, mira para otro lado», ha declarado a ABC.
Santano también ha solicitado al Consistorio que se construyan pasos de cebra realzados en la Avenida de Talavera, en la de Torrijos y en el camino del Pinar.
Por otro lado, Santano criticó que no exista un buen sistema de depuración en el municipio.
«La depuradora tiene 30 años y se construyó cuando el pueblo tenía 1.500 habitantes. Ahora somos casi 11.000 y los vasos de filtración no sirven y vierte al río Alberche».
Noticias de Escalona
Todos los puntos de baño toledanos, incluida Escalona, declarados aptos
Escalona.- Todos los puntos de baño de la provincia, a excepción por ahora del embalse de Rosarito, son aptos para el baño, y entre ellos se encuentra Escalona. El delegado de Salud y Bienestar Social, Víctor
Manuel Gómez, tras los primeros análisis practicados hace un par de semanas, ha decidido esa calificación.
Los tres puntos referidos son el río Alberche, a su paso por Escalona, Cazalegas y Villafranca de los Caballeros.
Pese a que el embalse de Rosarito por el momento no es apto, es posible que en próximos análisis sí lo sea. Se recuerda que en junio del año pasado no fue encontrado apto y luego sí, hasta el 15 de septiembre, que es cuando oficialmente se cierra la temporada de baño.La afección que impide el baño en Rosarito pasa por la superación del valor guía en materia de ciano bacterias, el mismo problema que tuvo lugar el ejercicio pasado. Se trata de una complicación fruto del calor y del cambio brusco de tiempo que ha experimentado la provincia en las últimas semanas. Habrá que esperar al resultado de los segundos análisis para ver si este embalse pasa de no apto a, al menos, no recomendable, que es el segundo de los tres posibles estado
s, junto con el apto.
La declaración de aptitud es válida de 15 en 15 días, que es el plazo en que los técnicos suelen efectuar análisis en los distritos sanitarios, unos resultados que luego se complementan con los que realizan las propias confederaciones hidrográficas.Aparte del agua, la idoneidad del baño, según Gómez, depende del entorno que rodea al agua, que es igualmente importante. De esta forma, si el entorno está contaminado, es más que probable que el agua termine estándolo.
Por eso, ha dicho, «hay que concienciar a los bañistas de la necesidad de cuidar el entorno, y dejar la zona como cuando uno llega, o si puede ser mejor».Quizá por esa razón el ayuntamiento de escalona, a través de su página web, ha anunciado que la semana que viene, comenzarán los trabajos de limpieza del Alberche a su paso por Escalona.
La limpieza, tras un acuerdo que data de 2008, será efectuada por los servicios de la Confederación Hidrográfica del Tajo y consistirá en la retirada de ramaje, maleza y residuos, además de la vegetación que ha crecido en nuestra ribera e islas.
Esta limpieza se ha retrasado este año unas semanas de lo que viene siendo habitual, según alega la página municipal por criterio de la propia Confederación, para esperar a que pasaran las lluvias para que la misma fuera más efectiva y más profunda.
No se dice nada, en cambio, sobre las aguas fecales que en varios puntos se siguen vertiendo al río y sus proximidades, como se queja un buen número de vecinos en sus comentarios.

Los tres puntos referidos son el río Alberche, a su paso por Escalona, Cazalegas y Villafranca de los Caballeros.
Pese a que el embalse de Rosarito por el momento no es apto, es posible que en próximos análisis sí lo sea. Se recuerda que en junio del año pasado no fue encontrado apto y luego sí, hasta el 15 de septiembre, que es cuando oficialmente se cierra la temporada de baño.La afección que impide el baño en Rosarito pasa por la superación del valor guía en materia de ciano bacterias, el mismo problema que tuvo lugar el ejercicio pasado. Se trata de una complicación fruto del calor y del cambio brusco de tiempo que ha experimentado la provincia en las últimas semanas. Habrá que esperar al resultado de los segundos análisis para ver si este embalse pasa de no apto a, al menos, no recomendable, que es el segundo de los tres posibles estado
La declaración de aptitud es válida de 15 en 15 días, que es el plazo en que los técnicos suelen efectuar análisis en los distritos sanitarios, unos resultados que luego se complementan con los que realizan las propias confederaciones hidrográficas.Aparte del agua, la idoneidad del baño, según Gómez, depende del entorno que rodea al agua, que es igualmente importante. De esta forma, si el entorno está contaminado, es más que probable que el agua termine estándolo.
Por eso, ha dicho, «hay que concienciar a los bañistas de la necesidad de cuidar el entorno, y dejar la zona como cuando uno llega, o si puede ser mejor».Quizá por esa razón el ayuntamiento de escalona, a través de su página web, ha anunciado que la semana que viene, comenzarán los trabajos de limpieza del Alberche a su paso por Escalona.
La limpieza, tras un acuerdo que data de 2008, será efectuada por los servicios de la Confederación Hidrográfica del Tajo y consistirá en la retirada de ramaje, maleza y residuos, además de la vegetación que ha crecido en nuestra ribera e islas.
Esta limpieza se ha retrasado este año unas semanas de lo que viene siendo habitual, según alega la página municipal por criterio de la propia Confederación, para esperar a que pasaran las lluvias para que la misma fuera más efectiva y más profunda.
No se dice nada, en cambio, sobre las aguas fecales que en varios puntos se siguen vertiendo al río y sus proximidades, como se queja un buen número de vecinos en sus comentarios.
martes, 1 de junio de 2010
Firmas
Los diez pasos
Por Paulo Coelho
El benedictino Steindl-Rast habla de la experiencia en el monasterio:«Las personas suelen asociar la vida religiosa a la negación de todos los placeres; ésta es una apreciación errónea.
El benedictino Steindl-Rast habla de la experiencia en el monasterio:«Las personas suelen asociar la vida religiosa a la negación de todos los placeres; ésta es una apreciación errónea.
El ascetismo supone la disciplina de los sentidos de manera que se pueda desarrollar aún más la comp
rensión de la existencia. La vida en el monasterio es un constante entrenamiento, una búsqueda de calidad en el estudio, en la lengua, en la alimentación y en la oración.

Si alguien refina su dieta, se ve obligado a renunciar a determinados alimentos. Sin embargo, a medida que esta dieta comienza a hacerle bien, se da cuenta de que no está realizando ningún sacrificio. Un buen corredor, músico o jardinero –cualquier persona que realiza algo con pasión– se olvida fácilmente de ciertas cosas, pues está concentrado en su arte. Lo mismo sucede con el servicio religioso».
Yitzchak Isaac de Kamarna solía usar como ejemplo una tienda de dulces para explicar la búsqueda espiritual.
Una persona entra en una tienda de este tipo, donde se venden varias clases de caramelos y bombones: lo primero que hace el confitero es ofrecerle una muestra de cada producto, para que pueda hacerse una idea de los sabores.
Cuando, después de probar un poco de todo, el cliente se decide por algo, el vendedor le dice: «Ahora usted sí que tendrá que pagar para consumir lo que le dio tanto placer».
Todos nosotros, al inicio de cualquier jornada, disfrutamos de lo que se conoce como `suerte del principiante´. La muestra gratis de la Luz Divina está plantada en el corazón y se enciende con el más mínimo estímulo. Pero, a medida que optamos por ese camino, pasa a ser nuestra responsabilidad pagar el precio –si es que queremos seguir adelante–.
La tradición oral enumeró los diez pasos del Camino espiritual:
1. La inquietud: la persona siente que debe cambiar de vida, sea por tedio o por sufrimiento.
2. La búsqueda: llega la decisión del cambio. La búsqueda se da a través de libros, cursos, encuentros.
3. La decepción: comienzan las vacilaciones entre los diferentes caminos. El que busca llega a tener conciencia de los problemas y los defectos de los que enseñan. Por mucho que cambie de corriente filosófica, religión o sociedad secreta, se encuentra con los problemas clásicos: vanidad y ansia de poder.
4. La negación: es habitual abandonar el camino tras constatar que los que están en él aún no resolvieron sus problemas.
5. La angustia: el camino fue abandonado, pero la semilla ya está plantada: la fe. Y crece día y noche. La persona siente desasosiego, tiene la sensación de que descubrió algo y lo perdió.
6. El regreso: debido a otra crisis seria (una tragedia, un éxtasis, etc.), la persona descubre que su Fe está viva. Y la fe, si se cultiva con cuidado, resiste cualquier decepción.
7. El maestro: se trata del momento más peligroso. Sólo son maestros los individuos experimentados. El camino es individual, pero en este momento puede desvirtuarse y volverse colectivo.
8. Las señales: el maestro termina siendo abandonado cuando el camino se muestra por sí mismo. A través de las señales, Dios le enseña lo que necesita saber.
9. La noche oscura: se toman las grandes decisiones. La persona cambia de vida y se pone a caminar, a pesar del miedo.
10. La comunión: es el momento en el que, como decía San Pablo, la propia Divinidad pasa a residir en la persona. El misterio de los milagros se manifiesta con toda su maravilla y su grandeza.
Un poco de historia
Marañón y la tercera España
Por M. González
Madrid.- Hace 50 años que murió quien fue no sólo un genio de la medicina sino uno de los últimos grandes humanistas de España, liberal en el auténtico sentido de la palabra.
Nad
ie lo decía pero la mayoría lo sabía muy bien: más allá de las facciones roja y azul, las omnipresentes por exceso y por defecto, había una tercera España liberal, sensata y cultivada, tal vez la “mayoría silenciosa” que habían formulado los norteamericanos por entonces. En tiempos de Franco esa mayoría tenía que hacer su vida con discreción para ser tolerada por los capitostes del régimen. El beligerante bando marxista, oculto aunque presente, la tildaba de “pequeña burguesía” a la que había que destruir. Era muy difícil, en los años 50 ó 60, sustraerse a la condescendencia o menosprecio de quienes incendiaron el país en nombre de sacrosantas causas que derivaban de la dictadura del miedo. A Miguel Delibes le costó años de trifulcas y su salida como director del Norte de Castilla de Valladolid. A Madariaga, el exilio perpetuo. A Ortega y Gasset su ostracismo. A Manuel Azaña la propia República, arrebatada entre el afán revolucionario marxista y la reacción militarista ultracatólica. Era la tercera España: gentes ilustradas, reacias a las cadenas, equidistantes entre los hunos y los hotros que decía Unamuno, pensadores por sí mismos y, por definición, tolerantes ante lo distinto. Una brillante generación de intelectuales que se modeló en un ambiente que tan pronto acogía a María Zambrano como al torero Belmonte, a Cajal como a Gómez de la Serna. Paul Preston ha sido el último que acuñó el término de tercera España como sobrio monumento para dar, a tanto ilustre y millones de anónimos, merecida sepultura histórica.Pero no todos los frutos de la espléndida generación del 14 se agostaron en la pira fratricida y su rescoldo. Gregorio Marañón, insigne médico humanista, liberal confeso e intelectual comprometido con la causa de la libertad, consiguió mantener vivas sus ilusiones y no acabar como mártir inútil. Hizo de la necesidad virtud y superó las adversidades con el coraje de los seres excepcionalmente dotados. El hombre que en su juventud no se arredró ante la dictadura de Primo de Rivera, supo esquivar con inteligencia las peores andanadas y seguir el cauce de su vida entre los márgenes hirsutos que le marcó la geografía de la Historia. Así pudo hacer lo que le dictaba su idealismo y la razón práctica: ejercer la medicina y su docencia, investigar, escribir ensayos históricos y estudios psicosomáticos, respirar el aroma de su cigarral, contemplar el ocaso sobre los tejados de Toledo. Y latir con España en su mismo pálpito. Pues ese amor patrio, lejos de consignas y monsergas, fue el pasaporte de su independencia intocable, además de sujeto de estudio y razón vital.Contemplando el vídeo de su vida, nos damos cuenta de que inmenso es un adjetivo que le cuadra. Entre la épica de su biografía y la proximidad de sus objetos cotidianos, comprendemos los muchos frentes que atendió. Se quiere desvelar la naturaleza de la sonrisa ancha que fue rúbrica de su carácter y la conclusión evidente es su amor por lo humano, algo que parece una perogrullada pero que en el caso de don Gregorio fue una militancia radical que llevó a la conducta cotidiana. Eran famosas sus consultas clínicas en las que se sentaba en un sofá con los pacientes y escuchaba con paciencia. “Lo opuesto a Jiménez Díaz”, decían con sorna los afortunados que iban a la consulta de las dos eminencias. Fue esa convicción liberal, de escucha, respeto y preocupación por los demás, la que le hizo arrastrar a Alfonso XIII hast
a Las Hurdes para que, a lomos de una mula, pudiera ver los estragos del paludismo y el bocio perpetuos en el último albañal de España. La monarquía alfonsina le desilusionó cuando el rey no tuvo empacho en apoyar el golpe de Miguel Primo de Rivera. Las veleidades totalitarias del directorio, con su falta de libertades y la vuelta a la mentalidad absolutista, le hicieron comprender que la nación no podía dejar el Gobierno último en manos de una Corona arbitraria a la que cualquiera de los poderes fácticos pudiera seducir. Entonces apoyó la creación de una República laica y democrática, responsable ante el pueblo soberano y guardiana de sus inalienables derechos.Durante la dictablanda del general Berenguer y el Gobierno Aznar de 1930 la crisis política se agudizó. Llegaba la hora de los intelectuales: Azaña, Alcalá-Zamora, en política; Madariaga, Ortega, Pérez de Ayala, desde sus tribunas públicas. Estos dos últimos formaron con Marañón un triunvirato que lideró la Agrupación de Apoyo a la República, a la que luego se adhirió Antonio Machado. Buscaban el renacer patrio soñado por los liberales del XIX: libertad de prensa, cátedra, asociación y reunión, sufragio universal, federalismo estatal, lucha contra el caciquismo, abrirse al mundo, dar a la ciencia la importancia merecida, respeto a la dignidad de cada cual, justicia equitativa... Cuando el 14 de abril de 1931 las urnas dieron el vuelco a la situación, Marañón ofreció su domicilio de la calle Serrano para que se encontraran el conde de Romanones y Alcalá-Zamora, en nombre de los dos bloques políticos en liza. No es que pretendiera ninguna autoridad (sino que la tenía) ni pidió nada para sí. En aquel encuentro se fraguó el tránsito pacífico de régimen y el respeto a la integridad de la familia real. Pero aquellas dos Españas civilizadas y dialogantes que propiciaron la transición a la II República, cuya limpieza asombró al mundo, fueron suplantadas por los extremos que cinco años después se enzarzaron a muerte.Marañón salió diputado y protestó por la quema de conventos, pero en el año 32 ya se dio cuenta de que la República “no era eso”. La Agrupación se disolvió y mientras la fractura seguía abriéndose, él siguió dedicado en cuerpo y alma a la medicina y la escritura. En febrero de 1936 el Frente Popular engulló lo que quedaba de república parlamentaria. Tras el golpe de julio de Mola y Franco, el bloque marxista quiso aprovechar el clima de guerra para hacer la revolución e instalar la dictadura del proletariado. Marañón vivió angustiado los meses de agosto y septiembre con los sucesos de la Modelo y otras cárceles, de las que salían muchos amigos para ser fusilados en una cuneta. Él mismo fue interrogado en una checa y esta brutal experiencia le hizo abandonar la capital con su familia en diciembre de 1936. Se instaló en París y allí pudo seguir escribiendo y ejerciendo la medicina gracias a su enorme prestigio. Volvió en el 42 a instancias de Serrano Súñer, al que había ayudado a escapar de la clínica España y que exigió su vuelta en el Consejo de Ministros, a pesar de las amenazas del general Varela que llegó a decir que “si entraba en España, él mismo le pegaría un tiro”.Reconstruyó su cigarral toledano, destrozado por la barbarie. Aún conservaba su campechanía y entusiasmo, no como el apagado Ortega o algún amargado del exilio dorado tipo Sánchez Albornoz. Siguió pasando consulta como catedrático y dando conferencias sin bajar la cerviz. Escribió ensayos sobre sexualidad muy avanzados para la época, estudios de fisiología de la personalidad. Se atrevió con los arquetipos históricos, al modo de Jung y en la estela literaria de Shakespeare: Tiberio o el rencor; Enrique IV de Castilla o la impotencia de la voluntad; Antonio Pérez, la deslealtad; Amiel, la timidez; Don Juan o la virilidad nociva y equívoca o El Conde-duque de Olivares como ejemplo del afán de poder que suple las propias carencias.Tan inmenso como ensayista o médico, también lo fue por su capacidad de tender puentes, por su entrega y resistencia. Recuerdo unos versos suyos, tal vez no geniales desde la preceptiva lírica, pero sí perfectos como receta vital: “Vivir no es sólo existir / sino existir y crear, / saber gozar y sufrir / y no dormir sin soñar. / Descansar, es empezar a morir”.
Por M. González
Madrid.- Hace 50 años que murió quien fue no sólo un genio de la medicina sino uno de los últimos grandes humanistas de España, liberal en el auténtico sentido de la palabra.
Nad



Crisis Económica
El alcalde de Ávila dice que “Este país no aguanta dos años de ninguna manera”
Madrid.- El alcalde de Ávila, Miguel Angel García Nieto, ha calificado las medidas de ahorro del déficit anunciadas por el Gobierno de la nación de “improvisadas” y que obligarán a los ayuntamientos a tomar “medidas absolutamente drásticas”, pues se les imposibilita pedir créditos en 2011.
Ha anunciado que las inversiones este año no se verán afectadas, aunque se muestra contrario a paliar la situación subiendo los impuestos y favorable a un cambio de Gobierno, pues, con el actual, “este país no aguanta dos años de ninguna manera”.
En cuanto a las medidas que se tomarán a iniciativa de los alcaldes y representantes de los municipios, García Nieto señaló que las que se tomen en el seno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) se trasladarán a la federación que él preside –Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León- y que pasan por la reducción, entre un 0,25 y un 15 por ciento, del salario de los alcaldes, según anunció este martes en rueda de prensa el presidente de la FEMP, Pedro Castro, tras una reunión de la Comisión Ejecutiva.
Dicha reducción se hará en los sueldos de los alcaldes y los cargos electos, en función de la retribución que reciben y en sintonía con la reducción propuesta por el Gobierno, de entre el 0,25 y el 15 por ciento.
Según Castro, los alcaldes que reciban un sueldo “similar” al del presidente del Gobierno, lo reducirán un 15 por ciento, mientras que la de los sueldos equivalentes a los de los secretarios de Estado se reducirán 10 por ciento y, así, sucesivamente, hasta la rebaja mínima.Sobre las medias del Gobierno, el alcalde de Ávila, que incidió en que las decisiones que toma el Ejecutivo central se basan en la “improvisación permanente” y se hacen “a tontas y a locas”, tras tener que rectificar las fechas en las que los ayuntamientos no podrán pedir créditos –el BOE publicó que desde ya mismo y durante todo 2011, aunque, finalmente, se restringe al próximo año-, afirmó que, de haberse continuado con las medidas publicadas, habría supuesto que los presupuestos realizados “serían papel mojado”.
Aunque, este martes, se rectificó el periodo, para García Nieto, sin embargo, hay que esperar “a ver cómo termina este año”, así como a saber si lo que van a permitir son créditos de tesorería o a largo plazo, lo que, en definitiva, “está siendo muy perjudicial para las entidades locales”, además de que “se ha metido por la puerta de atrás”, porque en las medidas iniciales ni siquiera se mencionó la posibilidad de que se vieran afectadas las entidades locales.
“Esto cada día hace más inviable que los ayuntamientos puedan abrir las puertas”, añadió, por otra parte, el alcalde de Ávila, para quien las medidas para reducir el déficit “castigan a los más débiles” y dificulta el estado del bienestar, ya que, los ayuntamientos es “el estamento donde más política social se hace”.
Así, de cara a los presupuestos de 2011, la situación se complica, teniendo en cuenta que los fondos que reciben los entes locales del Estado desaparecerán y que los de la Junta de Castilla y León “se ven aumentados un poco”, aunque si la solución pasa por subir los impuestos, para lo que los ayuntamientos tienen autonomía, el regidor abulense se autodefinió como “auténtico enemigo” de subir los impuestos, pues “no creo que sea la vía para que la actividad económica se reactive, todo lo contrario, porque estamos empobreciendo al ciudadano”.
Lo que tendrán que hacer los ayuntamientos, a juicio del también presidente de la FRMP, será tomar medidas “absolutamente drásticas”. “No sé dónde habrá que llegar y puede que los ayuntamientos tengan que abrir cuatro días en lugar de siete”, añadió, a modo de ejemplo, incidiendo en que “se están agotando todas las posibilidades de viabilidad”, porque “estamos al borde la inviabilidad”.
Recordó, al respecto, el alcalde de Ávila, que “no me gusta ser agorero”, pero que lleva “un año y medio” diciendo lo que “ahora está pasando”. Subrayó el regidor que “dije que íbamos a ser testigos de muchos EREs y los va a haber; he anunciado que va a haber situaciones de quiebra técnica en los ayuntamientos y las va a haber, seguro”, aunque confió en “poder defendernos lo más posible”.
De la misma forma, para los siguientes años, el alcalde de Ávila señaló que, para 2012, “lo que tiene que pasar es que haya cambiado el Gobierno de España y hayamos enderezado esto”, porque “con este Gobierno, creo que este país no aguanta dos años de ninguna manera”.
“Lo que se necesita en Economía, fundamentalmente, es seguridad, pero si estás pendiente de que, cada dos por tres, te cambien las cosas, se convierte en algo ingobernable”, reiteró, por lo que incidió en que “lo que necesita este país es que el Gobierno cambie”.
Por eso, concluyó Miguel Ángel García Nieto confiando en “ser capaces” de acabar las inversiones previstas en los presupuestos para este año, para, con posterioridad, abordar las de los próximos años.
Ha anunciado que las inversiones este año no se verán afectadas, aunque se muestra contrario a paliar la situación subiendo los impuestos y favorable a un cambio de Gobierno, pues, con el actual, “este país no aguanta dos años de ninguna manera”.

En cuanto a las medidas que se tomarán a iniciativa de los alcaldes y representantes de los municipios, García Nieto señaló que las que se tomen en el seno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) se trasladarán a la federación que él preside –Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León- y que pasan por la reducción, entre un 0,25 y un 15 por ciento, del salario de los alcaldes, según anunció este martes en rueda de prensa el presidente de la FEMP, Pedro Castro, tras una reunión de la Comisión Ejecutiva.
Dicha reducción se hará en los sueldos de los alcaldes y los cargos electos, en función de la retribución que reciben y en sintonía con la reducción propuesta por el Gobierno, de entre el 0,25 y el 15 por ciento.
Según Castro, los alcaldes que reciban un sueldo “similar” al del presidente del Gobierno, lo reducirán un 15 por ciento, mientras que la de los sueldos equivalentes a los de los secretarios de Estado se reducirán 10 por ciento y, así, sucesivamente, hasta la rebaja mínima.Sobre las medias del Gobierno, el alcalde de Ávila, que incidió en que las decisiones que toma el Ejecutivo central se basan en la “improvisación permanente” y se hacen “a tontas y a locas”, tras tener que rectificar las fechas en las que los ayuntamientos no podrán pedir créditos –el BOE publicó que desde ya mismo y durante todo 2011, aunque, finalmente, se restringe al próximo año-, afirmó que, de haberse continuado con las medidas publicadas, habría supuesto que los presupuestos realizados “serían papel mojado”.
Aunque, este martes, se rectificó el periodo, para García Nieto, sin embargo, hay que esperar “a ver cómo termina este año”, así como a saber si lo que van a permitir son créditos de tesorería o a largo plazo, lo que, en definitiva, “está siendo muy perjudicial para las entidades locales”, además de que “se ha metido por la puerta de atrás”, porque en las medidas iniciales ni siquiera se mencionó la posibilidad de que se vieran afectadas las entidades locales.
“Esto cada día hace más inviable que los ayuntamientos puedan abrir las puertas”, añadió, por otra parte, el alcalde de Ávila, para quien las medidas para reducir el déficit “castigan a los más débiles” y dificulta el estado del bienestar, ya que, los ayuntamientos es “el estamento donde más política social se hace”.
Así, de cara a los presupuestos de 2011, la situación se complica, teniendo en cuenta que los fondos que reciben los entes locales del Estado desaparecerán y que los de la Junta de Castilla y León “se ven aumentados un poco”, aunque si la solución pasa por subir los impuestos, para lo que los ayuntamientos tienen autonomía, el regidor abulense se autodefinió como “auténtico enemigo” de subir los impuestos, pues “no creo que sea la vía para que la actividad económica se reactive, todo lo contrario, porque estamos empobreciendo al ciudadano”.
Lo que tendrán que hacer los ayuntamientos, a juicio del también presidente de la FRMP, será tomar medidas “absolutamente drásticas”. “No sé dónde habrá que llegar y puede que los ayuntamientos tengan que abrir cuatro días en lugar de siete”, añadió, a modo de ejemplo, incidiendo en que “se están agotando todas las posibilidades de viabilidad”, porque “estamos al borde la inviabilidad”.
Recordó, al respecto, el alcalde de Ávila, que “no me gusta ser agorero”, pero que lleva “un año y medio” diciendo lo que “ahora está pasando”. Subrayó el regidor que “dije que íbamos a ser testigos de muchos EREs y los va a haber; he anunciado que va a haber situaciones de quiebra técnica en los ayuntamientos y las va a haber, seguro”, aunque confió en “poder defendernos lo más posible”.
De la misma forma, para los siguientes años, el alcalde de Ávila señaló que, para 2012, “lo que tiene que pasar es que haya cambiado el Gobierno de España y hayamos enderezado esto”, porque “con este Gobierno, creo que este país no aguanta dos años de ninguna manera”.
“Lo que se necesita en Economía, fundamentalmente, es seguridad, pero si estás pendiente de que, cada dos por tres, te cambien las cosas, se convierte en algo ingobernable”, reiteró, por lo que incidió en que “lo que necesita este país es que el Gobierno cambie”.
Por eso, concluyó Miguel Ángel García Nieto confiando en “ser capaces” de acabar las inversiones previstas en los presupuestos para este año, para, con posterioridad, abordar las de los próximos años.
Crónica Política
La destrucción del mito ZP
Por José Oneto
El presidente del Gobierno se encuentra en una posición insostenible después de echar por tierra todo su programa político enfrentándose con su electorado.
En pocos días, la prensa internacional más favorable al presidente español J
osé Luis Rodríguez Zapatero, a su lucha por la ampliación de derechos a los colectivos más marginados, a su forma de entender el socialismo, a sus realizaciones sociales durante la primera legislatura, parece haber salido en tromba para destruir un mito que, sobre todo en Francia e Italia, parecía responder a una salida en la crisis del socialismo, bajo una nueva forma de democracia.
Por José Oneto
El presidente del Gobierno se encuentra en una posición insostenible después de echar por tierra todo su programa político enfrentándose con su electorado.
En pocos días, la prensa internacional más favorable al presidente español J

Quizás sea el francés Le Figaro el que mejor ha resumido este fenómeno que, en muy pocos días, ha destruido una imagen cuidadosamente construida, divulgada y puesta de ejemplo en algunos países: “El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, lo tiene todo salvo la fama de quitarle la comida al pueblo. Héroe del socialismo europeo desde su victoria-sorpresa en marzo de 2004 frente al conservador atlantista José María Aznar, encarna a esa socialdemocracia con la que sueña la izquierda, a la vez modesta y moderna, progresista y pragmática. Una referencia, un modelo reivindicado por el PS francés, cualquiera que sea la tendencia, desde Martine Aubry a Ségolène Royal (Zapatera), pasando por François Hollande, Laurent Fabius y muchos otros. Pero, tras algunas medidas adoptadas y haber pretendido elevar la edad de jubilación a los 67 años, ese mismo Zapatero, animado por otro icono, Barack Obama, acaba de anunciar un plan de austeridad que provoca escalofríos: 15.000 millones de euros de ahorro suplementario este año, lo que implica entre otras cosas una bajada inmediata del salario de los funcionarios, una congelación de las pensiones de jubilación y la supresión de la prima concedida por el nacimiento de un hijo”.
Es decir, la traición a todo lo que se ha venido prometiendo hasta ahora y la decisión de que, en efecto, la crisis la paguen los más desfavorecidos. No sólo a los que han venido votando al PSOE hasta ahora, sino también a los que en el momento bullicioso de la primera victoria electoral le reclamaban desde la calle que no cambiase.
¿Cómo es posible que Zapatero haya llegado a esta situación que le enfrenta con su electorado, que echa por tierra todo un programa político y que le coloca dentro del grupo de políticos que se comportan con debilidad con los fuertes y con contundencia y fortaleza con los más débiles? ¿Lo que ha ocurrido en los últimos días, aparte de ser resultado de la incompetencia y del empecinamiento, tiene todavía aristas que no conocemos? ¿Es consciente ese nuevo Zapatero que ha terminado con la leyenda de ZP?
Alguien tendrá que explicar detalladamente esta historia, que coloca al presidente español en una situación política insostenible (Convergència i Unió la ha resumido perfectamente: o adelanto electoral o moción de confianza en el Parlamento), así como la historia de los últimos acontecimientos en los mercados internacionales, que ha obligado hasta a la intervención del presidente estadounidense, Barack Obama, para atornillar a un Zapatero que se ha negado durante meses a reconocer la grave crisis económica y que se ha negado a tomar a tiempo las medidas que, desde dentro y desde fuera, le han venido exigiendo.
Refugiado en su ley de economía sostenible como panacea de todo un futuro prometedor y entusiasmado con ese juguete del coche eléctrico como gran revolución, Zapatero se ha negado a aceptar la realidad, ha estado vendiendo, semana sí y semana no, la aparición de brotes verdes y ha sido incapaz de adoptar las medidas quirúrgicas que desde el Fondo Monetario Internacional hasta la Comisión Europea pasando por el Banco de España se le han venido pidiendo con insistencia.
Al final, el hundimiento de la bolsa, el encarecimiento de la deuda pública, la desconfianza de los mercados a raíz de la crisis griega, la pasividad a la hora de tomar decisiones y el deterioro de las finanzas por una política económica sin coherencia han provocado el pánico de la Europa del euro y la orden inmediata europea de un plan de austeridad, dictado por Merkel y Sarkozy y reforzado por Obama, no sólo para evitar el contagio griego sino para salvar el euro. Como ya había anunciado Leire Pajín, la secretaria de Organización del PSOE, se ha producido, de hecho, en pleno mandato de Obama, el acontecimiento planetario que se esperaba coincidiendo con la presidencia española de la Unión Europea... El “acontecimiento planetario” ha estado a punto, incluso, de hundir la eurozona y no solamente ha colocado a Zapatero en una situación insostenible (todavía queda un mes para el final de la presidencia española de la Unión), sino que ha provocado un auténtico tsunami, cuyas consecuencias no han terminado.
Iglesia Toledana
Entrevista del Arzobispo de Toledo en ABC
Toledo.- El arzobispo toledano y Primado, Braulio Rodríguez Plaza ha concedido una entrevista a ABC, publicada en el Día de la Región y nada más cerrarse en la Ciudad Imperial el X Congreso Eucarístico Nacional. Por su interés reproducimos su contenido:
-¿Le preocupa el laicismo creciente en la sociedad?
-El laicismo es una corriente de pensamiento con la cual no estoy de acuerd
o. Los laicos no son los países sino las personas. Hay que distinguir entre laicidad y laicismo. Laicidad es la separación Iglesia-Estado, que no significa que no tenga que haber buenas relaciones entre la Iglesia y el Gobierno, por ejemplo. Tampoco significa que se niegue la realidad de la Iglesia y el porcentaje de católicos que hay en España, que no debe significar privilegios para éstos, pero tampoco discriminación, por supuesto.
-El Papa va a recibir el 10 de junio en el Vaticano a Rodríguez Zapatero, ¿qué opina de la relación actual entre el Gobierno español y la Iglesia?
-Desde el punto de vista institucional, perfecto. Todo el mundo sabe que hay algunas discrepancias con el Gobierno, pero no desencuentros. De hecho, la Embajada de España ante la Santa Sede es una de las más prestigiosas en el Vaticano.
-Y el actual embajador, Francisco Vázquez, ha calado bien en aquella sede.
- Sí, le conozco personalmente desde hace muchos años cuando era alcalde de La Coruña, y hay buena relación.
-A Vázquez le ha tocado gestionar algunos temas polémicos, como la aprobación de la reforma de la Ley del Aborto. ¿Un político católico puede votarla?
-Yo creo que no, y es doctrina de la Iglesia desde hace mucho tiempo. Por tanto, aquellos católicos que estén en esa noble tarea de ser políticos saben que si votan esa la ley o si la han votado, es en contra de la doctrina de la Iglesia.
-El PSOE argumenta que en lo del aborto la Iglesia no protesta cuando gobierna el PP y sí cuando lo hacen ellos.
-Eso no es verdad. Durante el Gobierno del presidente Aznar hubo muchos desencuentros, aunque no había una ley del aborto sino una despenalización de tres supuestos. Lo que desgraciadamente va a entrar en vigor ahora en el mes de julio es una ley del aborto que pone un límite de tiempo desde el que se puede o no abortar, y eso parece poco científico.
-¿Le preocupa que en la Ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno otras confesiones se sitúen en un plano de igualdad con la Iglesia Católica?
-Que la Constitución reconozca la realidad de la Iglesia Católica no significa que el Estado no pueda tener conversaciones o firmar convenios con otras religiones. Además, en la España contemporánea, quien ha hablado de libertad religiosa no ha sido el Estado ni el Gobierno, ha sido la Iglesia desde el Concilio Vaticano II. La Iglesia no legisla, pero debe ser escuchada. Existen unos acuerdos Iglesia-Estado que deben tenerse en cuenta.
-¿Por qué la Iglesia parece más comprensiva con el hecho del velo islámico?
-Un hecho religioso, la fe, no debe quedarse totalmente en el interior de la persona. Ahora, las manifestaciones exteriores, como es lógico, tienen también unos límites. Dicen que algunos de los velos que las mujeres del Islam quieren llevar atentan contra su dignidad, que es un retroceso...Yo ahí no entro, mi opinión ahí no vale mucho, debe ser el Estado quien legisle. Sólo pedimos que haya reciprocidad porque, la verdad, en muchos países islámicos no se puede ni llevar una cruz.
-La Iglesia ha vivido en los últimos meses tiempos convulsos marcados por los casos de pederastia. ¿Coincide con el cardenal Cañizares en que es una campaña contra la Iglesia para que no se hable de Dios?
-Lo que es importante es que no se deje de hablar de Dios; eso es bueno para la sociedad, incluso para aquellos que piensan que Dios no existe. Puede ocurrir que se resalte mucho un suceso que objetivamente ha ocurrido, lo que no quiere decir que la pederastia no sea una burrada. Es un delito, la Iglesia no lo niega, y ahí está todo lo que el Papa ha dicho al respecto. La pederastia es un problema muy serio, pero no es mayoritario de la Iglesia Católica.
-¿Ha pedido la Iglesia perdón con suficiente contundencia?
-La única que en esta sociedad pide perdón es la Iglesia Católica, nadie pide perdón por esta crisis socio-económica en la que estamos y que supone unos delitos concretos con respecto a una forma ética de vivir o de tratar la economía. ¿Qué jefe de Estado pide perdón, qué jefe de Gobierno, qué grandes multinacionales, qué centros de poder económico han pedido perdón por las consecuencias que trae esto para los más pobres? Hay que ser ecuánimes ahí. A nosotros no nos ruboriza pedir perdón, lo estamos haciendo, para eso tenemos el sacramento de la Penitencia.
-¿Cómo debe actuar un cristiano ante esta crisis?, ¿debe haber una ética de la crisis?
- Hay una ética de la crisis. Sólo hay que leer la Carta Encíclica de Benedicto XVI «Caritas in veritate», un verdadero análisis lleno de sabiduría de ese gran problema en el que estamos inmersos. La crisis tiene una dimensión ética, no se soluciona sólo con medidas económicas. ¿Tienen en cuenta esto los estadistas? Sólo sonríen a lo que dice el Papa, pasó lo mismo cuando Juan Pablo II rechazaba la guerra...y ¿ha sido solución la guerra de Irak, o la de Afganistán? El Papa dijo las cosas muy claras y, ¿quién le hizo caso? Prácticamente nadie.
-¿Y qué valores del ser humano deberían estar ahora mismo en boga para luchar contra esa crisis?
-Primero, que la humanidad tenga auténtica unidad. Que haya un sentido más profundo de lo que une a los seres humanos, que no sólo nos preocupemos de nuestros problemas, sino que miremos a los otros. Y nosotros, como católicos, tenemos que vivir los valores del Evangelio, que son profundamente fraternales, desde el amor al enemigo hasta aquello de que si uno te pide que andes con él un kilómetro, tú le acompañas dos. Son palabras de Jesucristo. Hay más alegría en dar que en recibir. Todo eso hay que ponerlo en práctica en medio de la ambición desmedida.
-Vienen a cuento ahora esas palabras de Cristo sobre el ojo de la aguja y
el camello...
-Sí. Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos.
-¿Se puede aplicar eso en el día de hoy?
- Sí, porque ser rico no significa simplemente ser una persona que tiene mucho dinero sino que en el dinero tiene puesta toda su esperanza y cree que eso es la felicidad
-Su antecesor puso en marcha un plan de contención del gasto, ¿cómo va?
-Lo que hizo don Antonio con sus asesores económicos fue ver cómo abordar la deuda que tenía la diócesis, -que tiene-, después de haber hecho grandes inversiones sobre todo en el Seminario, en la Casa Sacerdotal, en la Casa Diocesana de Talavera, donde hay también una residencia de sacerdotes, y sobre todo en el Archivo Diocesano, un archivo muy importante que tenía un continente muy malo.
- ¿Y ahora cómo es la salud económica de la diócesis?, ¿es acuciante la situación?
-La situación es difícil porque al hablar de deuda hablamos de las cuentas de la administración diocesana, pero además están todas las actividades de las parroquias y las que realizan las instituciones que tienen como principio la atención al más débil, al más pobre, al más necesitado. La Administración diocesana no sólo incluye las cuentas de la diócesis sino de las casi 300 parroquias que hay.
-¿Y qué opina de esas voces que se alzan para pedir que la Iglesia colabore económicamente con lo que recauda del IRPF?
-Hay que ser precisos. La Iglesia no recibe de las arcas del Estado esos 253 millones de euros (lo que llamamos el Fondo Interdiocesano de las 78 diócesis de España), sino que es un impuesto que la gente aporta voluntariamente. Lo que no ven es la atención primaria que la Iglesia presta a muchísima gente, la misma que no hacen las administraciones públicas pese a que es deber suyo. Algunos piensan que hasta el tabaco que fuma un sacerdote, -si es que fuma, que no debe fumar porque es malo-, también lo paga el Estado.
-¿Tendría usted inconveniente en decir cuánto cobra un arzobispo, o un obispo?
-Todos ganamos más o menos lo mismo. Nosotros recibimos nuestro salario directamente de la Conferencia Episcopal a través de la Administración Diocesana. Mi sueldo en estos momentos ha subido un poquitín más de los mil euros, unos 1.200 euros. Hasta hace poco los obispos éramos mileuristas.
-¿Y un cardenal gana más?
-No, eso no son ascensos. Más que obispo no hay en la Iglesia.
-Se lo digo por mi próxima pregunta. ¿Será pronto cardenal? Se rumorea que el Papa podría convocar Consistorio el próximo otoño y todo apunta a que será cardenal por el carácter primado de la diócesis de Toledo. ¿Qué significado tendría para usted si se confirma?
-Esa es una decisión personal del Papa y no tengo noticia de que haya un Consistorio pronto. ¿Y qué significa? Pues mire, ser creado cardenal es que el Papa tiene confianza en un determinado obispo o arzobispo para el Gobierno general de la Iglesia Universal. En este caso concreto sería una confianza no sólo en una persona sino en lo que significa Toledo. Yo, si el Papa lo cree conveniente, lo aceptaría aún sabiendo que eso significa un plus de trabajo más, una cierta aureola...no me he preocupado mucho de la aureola porque creo que hemos bajado de los pedestales hace mucho tiempo, aunque la gente todavía no se lo crea.
Toledo.- El arzobispo toledano y Primado, Braulio Rodríguez Plaza ha concedido una entrevista a ABC, publicada en el Día de la Región y nada más cerrarse en la Ciudad Imperial el X Congreso Eucarístico Nacional. Por su interés reproducimos su contenido:
-¿Le preocupa el laicismo creciente en la sociedad?
-El laicismo es una corriente de pensamiento con la cual no estoy de acuerd

-El Papa va a recibir el 10 de junio en el Vaticano a Rodríguez Zapatero, ¿qué opina de la relación actual entre el Gobierno español y la Iglesia?
-Desde el punto de vista institucional, perfecto. Todo el mundo sabe que hay algunas discrepancias con el Gobierno, pero no desencuentros. De hecho, la Embajada de España ante la Santa Sede es una de las más prestigiosas en el Vaticano.
-Y el actual embajador, Francisco Vázquez, ha calado bien en aquella sede.
- Sí, le conozco personalmente desde hace muchos años cuando era alcalde de La Coruña, y hay buena relación.
-A Vázquez le ha tocado gestionar algunos temas polémicos, como la aprobación de la reforma de la Ley del Aborto. ¿Un político católico puede votarla?
-Yo creo que no, y es doctrina de la Iglesia desde hace mucho tiempo. Por tanto, aquellos católicos que estén en esa noble tarea de ser políticos saben que si votan esa la ley o si la han votado, es en contra de la doctrina de la Iglesia.
-El PSOE argumenta que en lo del aborto la Iglesia no protesta cuando gobierna el PP y sí cuando lo hacen ellos.
-Eso no es verdad. Durante el Gobierno del presidente Aznar hubo muchos desencuentros, aunque no había una ley del aborto sino una despenalización de tres supuestos. Lo que desgraciadamente va a entrar en vigor ahora en el mes de julio es una ley del aborto que pone un límite de tiempo desde el que se puede o no abortar, y eso parece poco científico.
-¿Le preocupa que en la Ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno otras confesiones se sitúen en un plano de igualdad con la Iglesia Católica?
-Que la Constitución reconozca la realidad de la Iglesia Católica no significa que el Estado no pueda tener conversaciones o firmar convenios con otras religiones. Además, en la España contemporánea, quien ha hablado de libertad religiosa no ha sido el Estado ni el Gobierno, ha sido la Iglesia desde el Concilio Vaticano II. La Iglesia no legisla, pero debe ser escuchada. Existen unos acuerdos Iglesia-Estado que deben tenerse en cuenta.
-¿Por qué la Iglesia parece más comprensiva con el hecho del velo islámico?
-Un hecho religioso, la fe, no debe quedarse totalmente en el interior de la persona. Ahora, las manifestaciones exteriores, como es lógico, tienen también unos límites. Dicen que algunos de los velos que las mujeres del Islam quieren llevar atentan contra su dignidad, que es un retroceso...Yo ahí no entro, mi opinión ahí no vale mucho, debe ser el Estado quien legisle. Sólo pedimos que haya reciprocidad porque, la verdad, en muchos países islámicos no se puede ni llevar una cruz.
-La Iglesia ha vivido en los últimos meses tiempos convulsos marcados por los casos de pederastia. ¿Coincide con el cardenal Cañizares en que es una campaña contra la Iglesia para que no se hable de Dios?
-Lo que es importante es que no se deje de hablar de Dios; eso es bueno para la sociedad, incluso para aquellos que piensan que Dios no existe. Puede ocurrir que se resalte mucho un suceso que objetivamente ha ocurrido, lo que no quiere decir que la pederastia no sea una burrada. Es un delito, la Iglesia no lo niega, y ahí está todo lo que el Papa ha dicho al respecto. La pederastia es un problema muy serio, pero no es mayoritario de la Iglesia Católica.
-¿Ha pedido la Iglesia perdón con suficiente contundencia?
-La única que en esta sociedad pide perdón es la Iglesia Católica, nadie pide perdón por esta crisis socio-económica en la que estamos y que supone unos delitos concretos con respecto a una forma ética de vivir o de tratar la economía. ¿Qué jefe de Estado pide perdón, qué jefe de Gobierno, qué grandes multinacionales, qué centros de poder económico han pedido perdón por las consecuencias que trae esto para los más pobres? Hay que ser ecuánimes ahí. A nosotros no nos ruboriza pedir perdón, lo estamos haciendo, para eso tenemos el sacramento de la Penitencia.
-¿Cómo debe actuar un cristiano ante esta crisis?, ¿debe haber una ética de la crisis?
- Hay una ética de la crisis. Sólo hay que leer la Carta Encíclica de Benedicto XVI «Caritas in veritate», un verdadero análisis lleno de sabiduría de ese gran problema en el que estamos inmersos. La crisis tiene una dimensión ética, no se soluciona sólo con medidas económicas. ¿Tienen en cuenta esto los estadistas? Sólo sonríen a lo que dice el Papa, pasó lo mismo cuando Juan Pablo II rechazaba la guerra...y ¿ha sido solución la guerra de Irak, o la de Afganistán? El Papa dijo las cosas muy claras y, ¿quién le hizo caso? Prácticamente nadie.
-¿Y qué valores del ser humano deberían estar ahora mismo en boga para luchar contra esa crisis?
-Primero, que la humanidad tenga auténtica unidad. Que haya un sentido más profundo de lo que une a los seres humanos, que no sólo nos preocupemos de nuestros problemas, sino que miremos a los otros. Y nosotros, como católicos, tenemos que vivir los valores del Evangelio, que son profundamente fraternales, desde el amor al enemigo hasta aquello de que si uno te pide que andes con él un kilómetro, tú le acompañas dos. Son palabras de Jesucristo. Hay más alegría en dar que en recibir. Todo eso hay que ponerlo en práctica en medio de la ambición desmedida.
-Vienen a cuento ahora esas palabras de Cristo sobre el ojo de la aguja y

-Sí. Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos.
-¿Se puede aplicar eso en el día de hoy?
- Sí, porque ser rico no significa simplemente ser una persona que tiene mucho dinero sino que en el dinero tiene puesta toda su esperanza y cree que eso es la felicidad
-Su antecesor puso en marcha un plan de contención del gasto, ¿cómo va?
-Lo que hizo don Antonio con sus asesores económicos fue ver cómo abordar la deuda que tenía la diócesis, -que tiene-, después de haber hecho grandes inversiones sobre todo en el Seminario, en la Casa Sacerdotal, en la Casa Diocesana de Talavera, donde hay también una residencia de sacerdotes, y sobre todo en el Archivo Diocesano, un archivo muy importante que tenía un continente muy malo.
- ¿Y ahora cómo es la salud económica de la diócesis?, ¿es acuciante la situación?
-La situación es difícil porque al hablar de deuda hablamos de las cuentas de la administración diocesana, pero además están todas las actividades de las parroquias y las que realizan las instituciones que tienen como principio la atención al más débil, al más pobre, al más necesitado. La Administración diocesana no sólo incluye las cuentas de la diócesis sino de las casi 300 parroquias que hay.
-¿Y qué opina de esas voces que se alzan para pedir que la Iglesia colabore económicamente con lo que recauda del IRPF?
-Hay que ser precisos. La Iglesia no recibe de las arcas del Estado esos 253 millones de euros (lo que llamamos el Fondo Interdiocesano de las 78 diócesis de España), sino que es un impuesto que la gente aporta voluntariamente. Lo que no ven es la atención primaria que la Iglesia presta a muchísima gente, la misma que no hacen las administraciones públicas pese a que es deber suyo. Algunos piensan que hasta el tabaco que fuma un sacerdote, -si es que fuma, que no debe fumar porque es malo-, también lo paga el Estado.
-¿Tendría usted inconveniente en decir cuánto cobra un arzobispo, o un obispo?
-Todos ganamos más o menos lo mismo. Nosotros recibimos nuestro salario directamente de la Conferencia Episcopal a través de la Administración Diocesana. Mi sueldo en estos momentos ha subido un poquitín más de los mil euros, unos 1.200 euros. Hasta hace poco los obispos éramos mileuristas.
-¿Y un cardenal gana más?
-No, eso no son ascensos. Más que obispo no hay en la Iglesia.
-Se lo digo por mi próxima pregunta. ¿Será pronto cardenal? Se rumorea que el Papa podría convocar Consistorio el próximo otoño y todo apunta a que será cardenal por el carácter primado de la diócesis de Toledo. ¿Qué significado tendría para usted si se confirma?
-Esa es una decisión personal del Papa y no tengo noticia de que haya un Consistorio pronto. ¿Y qué significa? Pues mire, ser creado cardenal es que el Papa tiene confianza en un determinado obispo o arzobispo para el Gobierno general de la Iglesia Universal. En este caso concreto sería una confianza no sólo en una persona sino en lo que significa Toledo. Yo, si el Papa lo cree conveniente, lo aceptaría aún sabiendo que eso significa un plus de trabajo más, una cierta aureola...no me he preocupado mucho de la aureola porque creo que hemos bajado de los pedestales hace mucho tiempo, aunque la gente todavía no se lo crea.
domingo, 30 de mayo de 2010
Nuestros Ríos
El Ayuntamiento de Talavera reclama estaciones que midan el caudal del Tajo y el Alberche
Talavera.- El pleno del ayuntamiento de Talavera de la Reina ha aprobado reclamar al Ministerio de Med
io Ambiente y al Gobierno que instale estaciones de aforo en los ríos Tajo y Alberche, a su paso por Escalona y la propia Talavera para conocer el caudal real que llevan esos ríos.
El Grupo Municipal Popular ha presentado una moción similar a la que defenderá el PP en el Senado, que pide con carácter urgente, tres estaciones, dos en Talavera y una en Escalona.
Todos los concejales apoyaron con su voto la necesidad de tener información continua y permanente sobre el agua que pasa por la ciudad, con el fin de controlar y hacer cumplir la legislación.
El acuerdo alcanzado plantea que la información recabada por las estaciones, deberá ser publicada en la página web de la Confederación Hidrográfica del Tajo en tiempo real, expresada en metros cúbicos por segundo.
Talavera.- El pleno del ayuntamiento de Talavera de la Reina ha aprobado reclamar al Ministerio de Med

El Grupo Municipal Popular ha presentado una moción similar a la que defenderá el PP en el Senado, que pide con carácter urgente, tres estaciones, dos en Talavera y una en Escalona.
Todos los concejales apoyaron con su voto la necesidad de tener información continua y permanente sobre el agua que pasa por la ciudad, con el fin de controlar y hacer cumplir la legislación.
El acuerdo alcanzado plantea que la información recabada por las estaciones, deberá ser publicada en la página web de la Confederación Hidrográfica del Tajo en tiempo real, expresada en metros cúbicos por segundo.
martes, 25 de mayo de 2010
Crisis Económica - Crónica Política
El gobierno de mal en peor con el “Zapatazo”
Por M. González
Madrid.- Mal día para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el Parlamento. Una sonada
bronca, con peticiones de dimisión y protesta de los funcionarios en el Senado, y una derrota en el Congreso donde todos los diputados, a excepción de los suyos, le han pedido que no congele las pensiones. Los recortes sociales parece que van a amargar la vida del presidente hasta las elecciones.
El portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, ha reclamado a Zapatero, que convoque elecciones generales anticipadas ante la grave crisis y su petición ha sido seguida de gritos de "Zapatero dimisión" desde la bancada popular, que se prolongaron durante dos minutos de alboroto pese a las llamadas al orden del presidente de la Cámara Alta, el socialista Javier Rojo.
Zapatero lamentó que el PP haya optado por la política del "no", el "nunca" y el "jamás", y acusó a los conservadores de desentenderse de la crisis y pensar solamente en las próximas elecciones. En el debate, centrado en el plan de choque para reducir el déficit presentado por el Ejecutivo la pasada semana, García Escudero reprochó a Zapatero que incluyera medidas como la reducción de los salarios de los empleados del sector público o la congelación de las pensiones.
García Escudero le acusó de ser el "único responsable" de que España sea un país "vergonzosamente tutelado" y sometido a la vigilancia del exterior, acuciado por un fuerte déficit público y con problemas para colocar su deuda. El jefe del Ejecutivo ha agradecido la "sinceridad" del portavoz del PP al pedir el adelanto electoral, porque cree que demuestra que lo único que les importa son los comicios. Y con arrogancia ha añadido: "Perdieron las (elecciones) de 2004, perdieron las de 2008 y perderán las próximas", advirtió Zapatero.
Después, en el Congreso, más de la misma medicina. Derecha, izquierda y nacionalistas han infringido una sonora derrota al Gobierno, dos días antes de que el PSOE convalide en solitario el decreto de recortes sociales. El Pleno ha sacado adelante una moción del PP que pide que se respete el Pacto de Toledo y se revaloricen las pensiones, al margen de las coyunturas económicas.
En la defensa de la moción, el diputado del PP Tomás Burgos ha incidido en que el Pacto de Toledo está vigente y obliga al Ejecutivo, "a no ser que lo dé por muerto". Burgos ha subrayado que la congelación que defiende el Gobierno es un desafío en toda regla a la supervivencia del Pacto, "que es una conquista de todos, y patrimonio social y seña de identidad de los españoles".
El diputado del PP ha señalado que el recorte de gasto que prevé el real decreto contra el déficit es una injusticia y una arbitrariedad para millones de pensionistas por parte de un Gobierno sin coherencia en sus decisiones. A su juicio, para reducir el gasto hay otras alternativas como están haciendo otros países "sin machacar los derechos de los ciudadanos".
Desde CiU, Carles Campuzano ha resaltado la necesidad de reafirmar el compromiso con, "quizás", la recomendación más importante del Pacto de Toledo sobre la capacidad adquisitiva de los pensionistas. Campuzano ha indicado que el sistema de pensiones no es el culpable de la crisis ni del déficit.
Por parte del PNV, el diputado Emilio Olabarria ha mostrado su perplejidad por el cambio de parecer del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien en febrero negó los recortes a pensionistas y dependientes y que ahora dice lo contrario.
El diputado de IU, Gaspar Llamazares, ha respaldado la iniciativa del PP, "sin que sirva de precedente", ante una medida del Gobierno injusta que hace pagar la crisis a los más débiles.
La única voz discordante fue la de la diputada del PSOE y portavoz en la Comisión del Pacto de Toledo, Isabel López i Chamosa.
El debate en el Senado coincidió hoy con una serie de anuncio sobre la red
ucción de los salarios de los diputados, senadores, alcaldes y altos cargos municipales.La Junta de Portavoces del Congreso acordó por unanimidad recortar el salario mínimo de los legisladores en un 10 por ciento, mientras que el presidente de la Cámara tendrá una reducción del 15 por ciento en su complemento salarial.
Actualmente, el régimen económico del Congreso establece una asignación base para todos los diputados de 3.126,52 euros brutos al mes, que varía en función del cargo y de la representación institucional de cada uno de ellos.
Por ello, a los complementos de los portavoces y los miembros de la Mesa del Congreso, que varían entre los 3.600 y los 776 euros se les aplicará una reducción del 12 por ciento.
Además, se suspenderán todos los viajes internacionales, excepto los que estén obligados por tratados. Junto a los diputados, los alcaldes y cargos electos municipales españoles acordaron hoy también una reducción de sus sueldos, que se llevará a cabo en función de la retribución que reciben y en sintonía con el decreto del Gobierno central español, que la sitúa entre el 0,25 por ciento y el 15 por ciento.
El Gobierno español aprobó el pasado jueves un paquete de medidas que incluye recortes salariales para los empleados públicos, congelación de pensiones y recortes en la inversión, con el propósito de acelerar la reducción del déficit y situarlo en el 3 por ciento del PIB en 2013. Con estas medidas, el Ejecutivo pretende ahorrar 15.250 millones de euros (18.757 millones de dólares) entre 2010 y 2011.
Por M. González
Madrid.- Mal día para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el Parlamento. Una sonada

El portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, ha reclamado a Zapatero, que convoque elecciones generales anticipadas ante la grave crisis y su petición ha sido seguida de gritos de "Zapatero dimisión" desde la bancada popular, que se prolongaron durante dos minutos de alboroto pese a las llamadas al orden del presidente de la Cámara Alta, el socialista Javier Rojo.
Zapatero lamentó que el PP haya optado por la política del "no", el "nunca" y el "jamás", y acusó a los conservadores de desentenderse de la crisis y pensar solamente en las próximas elecciones. En el debate, centrado en el plan de choque para reducir el déficit presentado por el Ejecutivo la pasada semana, García Escudero reprochó a Zapatero que incluyera medidas como la reducción de los salarios de los empleados del sector público o la congelación de las pensiones.
García Escudero le acusó de ser el "único responsable" de que España sea un país "vergonzosamente tutelado" y sometido a la vigilancia del exterior, acuciado por un fuerte déficit público y con problemas para colocar su deuda. El jefe del Ejecutivo ha agradecido la "sinceridad" del portavoz del PP al pedir el adelanto electoral, porque cree que demuestra que lo único que les importa son los comicios. Y con arrogancia ha añadido: "Perdieron las (elecciones) de 2004, perdieron las de 2008 y perderán las próximas", advirtió Zapatero.
Después, en el Congreso, más de la misma medicina. Derecha, izquierda y nacionalistas han infringido una sonora derrota al Gobierno, dos días antes de que el PSOE convalide en solitario el decreto de recortes sociales. El Pleno ha sacado adelante una moción del PP que pide que se respete el Pacto de Toledo y se revaloricen las pensiones, al margen de las coyunturas económicas.
En la defensa de la moción, el diputado del PP Tomás Burgos ha incidido en que el Pacto de Toledo está vigente y obliga al Ejecutivo, "a no ser que lo dé por muerto". Burgos ha subrayado que la congelación que defiende el Gobierno es un desafío en toda regla a la supervivencia del Pacto, "que es una conquista de todos, y patrimonio social y seña de identidad de los españoles".
El diputado del PP ha señalado que el recorte de gasto que prevé el real decreto contra el déficit es una injusticia y una arbitrariedad para millones de pensionistas por parte de un Gobierno sin coherencia en sus decisiones. A su juicio, para reducir el gasto hay otras alternativas como están haciendo otros países "sin machacar los derechos de los ciudadanos".
Desde CiU, Carles Campuzano ha resaltado la necesidad de reafirmar el compromiso con, "quizás", la recomendación más importante del Pacto de Toledo sobre la capacidad adquisitiva de los pensionistas. Campuzano ha indicado que el sistema de pensiones no es el culpable de la crisis ni del déficit.
Por parte del PNV, el diputado Emilio Olabarria ha mostrado su perplejidad por el cambio de parecer del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien en febrero negó los recortes a pensionistas y dependientes y que ahora dice lo contrario.
El diputado de IU, Gaspar Llamazares, ha respaldado la iniciativa del PP, "sin que sirva de precedente", ante una medida del Gobierno injusta que hace pagar la crisis a los más débiles.
La única voz discordante fue la de la diputada del PSOE y portavoz en la Comisión del Pacto de Toledo, Isabel López i Chamosa.
El debate en el Senado coincidió hoy con una serie de anuncio sobre la red

Actualmente, el régimen económico del Congreso establece una asignación base para todos los diputados de 3.126,52 euros brutos al mes, que varía en función del cargo y de la representación institucional de cada uno de ellos.
Por ello, a los complementos de los portavoces y los miembros de la Mesa del Congreso, que varían entre los 3.600 y los 776 euros se les aplicará una reducción del 12 por ciento.
Además, se suspenderán todos los viajes internacionales, excepto los que estén obligados por tratados. Junto a los diputados, los alcaldes y cargos electos municipales españoles acordaron hoy también una reducción de sus sueldos, que se llevará a cabo en función de la retribución que reciben y en sintonía con el decreto del Gobierno central español, que la sitúa entre el 0,25 por ciento y el 15 por ciento.
El Gobierno español aprobó el pasado jueves un paquete de medidas que incluye recortes salariales para los empleados públicos, congelación de pensiones y recortes en la inversión, con el propósito de acelerar la reducción del déficit y situarlo en el 3 por ciento del PIB en 2013. Con estas medidas, el Ejecutivo pretende ahorrar 15.250 millones de euros (18.757 millones de dólares) entre 2010 y 2011.
Noticias de Escalona
El sacerdote Mariano Funchal oficia una misa de Acción de Gracias en Escalona por su ordenación
Escalona.- Un sacerdote escalonero, Mariano José Funchal, recientemente ordenado en Madrid, ha oficiado una misa de acción de gracias en la Parroquia de San Miguel Arcángel, rodeado por el cariño y simpatía de gran número de amigos y familiares que residen en la Villa.
El cardenal arzobispo madrileño, Rouco Varela, ordenó a Mariano Funchal el pasado 2 de mayo en la Catedral de La Almudena.
Pero el nuevo sacerdote no ha querido olvidar a su pueblo y de ese modo ha
Concelebrado una misa junto al nuevo párroco escalonero, D. Pelayo Rodríguez, otros dos sacerdotes nacidos en Escalona, Feliciano y José Villa; el vicario del arzobispado toledano y otros sacerdotes de villas próximas.
Escalona.- Un sacerdote escalonero, Mariano José Funchal, recientemente ordenado en Madrid, ha oficiado una misa de acción de gracias en la Parroquia de San Miguel Arcángel, rodeado por el cariño y simpatía de gran número de amigos y familiares que residen en la Villa.
El cardenal arzobispo madrileño, Rouco Varela, ordenó a Mariano Funchal el pasado 2 de mayo en la Catedral de La Almudena.
Pero el nuevo sacerdote no ha querido olvidar a su pueblo y de ese modo ha
Concelebrado una misa junto al nuevo párroco escalonero, D. Pelayo Rodríguez, otros dos sacerdotes nacidos en Escalona, Feliciano y José Villa; el vicario del arzobispado toledano y otros sacerdotes de villas próximas.

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